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Corralito al dólar?

A raíz de las restricciones a la compra de dólares anunciada por el gobierno es que escuché de colegas y conocidos los siguientes comentarios:

“Ya esta, se acabo todo. Otra vez la crisis que tenemos cada diez años, de nuevo corralito, hiperinflación o algo parecido”.

“Da bronca que muchos economistas venían diciendo que esto iba a pasar y finalmente al gobierno le exploto la bomba en las manos”.

“Se acabaron las reservas, eso es mas que obvio, ya no saben que hacer, se viene la debacle”

El temor a que la triste historia en materia de crisis económicas que tiene nuestro país se repita es algo que esta ahí, se respira en la calle y seria muy necio negarlo. Pero pienso que en estos momentos se impone un análisis más frío y menos emocional de lo que esta pasando, no con el fin de tomar partido político sino para tratar de dilucidar que hacer con nuestros ahorros y que puede pasar en materia económica en nuestro país.

El análisis que hacen muchos de los economistas consultados hablan del gran error que comete el gobierno al prohibir la compra de dólares: “justamente el grado de prohibición es directamente proporcional al aumento del deseo de compra y por ende la demanda”, se afirma desde esa línea de pensamiento.

Es innegable que la primer consecuencia las medidas del gobierno fue instalar al dólar en la tapa de los diarios y medios. “Publicidad gratis para el dólar”, argumentan los más críticos.

Ahora bien: es inteligente pensar que el gobierno no calculó que  las medidas iban a tener estas consecuencias en medios que nunca recibieron bien sus decisiones? Se me ocurre que sería un tanto ingenuo pensar que desde el oficialismo no sabían que las medidas no iban a contar justamente con el apoyo popular.

Se podría pensar entonces que lo que están haciendo Boudou y compañía es lo que recomiendan los viejos manuales de política: utilizar el capital social (más del 50% de votos en las elecciones presidenciales) para llevar a cabo las medidas de mayor costo en materia de confrontamiento y desgaste lo antes posible, semanas después del último sufragio.

Esta tesis se corrobora con la noticia conocida hoy con respecto a eliminar subsidios a distintos sectores, otra medida peligrosa e impopular.

El gobierno se esta quedando sin reservas económicas y por ello esta tirando un manotazo de ahogado? No me parece que sea el escenario, dado que si bien las reservas no crecieron en el último año, todavía siguen siendo robustas y podrían tranquilamente con ellas “pulsear” al mercado utilizando incluso el dólar a futuro como ya lo hicieron en otras oportunidades.

Y entonces, que es lo que esta pasando?

El gobierno ve que la economía global corre serios riesgos de desacelerarse en 2012 (Grecia en default, la Eurozona en peligro, EEUU que no termina de levantar) pero es conciente que la economía local necesita “bajar unos cambios” independientemente de lo que pase afuera, por lo cual, como lo vengo afirmando desde antes de que se conozcan estas medidas, necesita realizar un ajuste sin reconocer que está ajustando.

Limitar la demanda de dólares y levantar los subsidios son dos de los tres pilares de este plan, el otro es el que mayor riesgo tiene (incluso, mas que las restricciones a la compra de dólares) y ya comienza a hacerse notar: enfriar los sueldos vía una negociación de las partidarias mas cercanas al 15% de aumento que al 30% o mas que reclaman desde los gremios.

Debemos dejar abierta la posibilidad de que el ajuste sea bueno para la economía, que el desdoblamiento del dólar (que ya es un hecho y frente a eso no hay vuelta atrás) no sea demasiado grande (ya se está negociando en cuevas y casa de cambio un 10% por encima del oficial, hasta ahora un margen “soportable”) y que la tensión social no aumente lo suficiente como para que todo se salga de cauce.

A mi juicio y según la información con la que contamos hasta el momento y la experiencia reciente, creer que se viene un nuevo corralito, una hiperinflación o algo parecido es volver a pensar igual que cuando se decidió pagar al FMI con reservas, estatizar las AFJP o incluso el fracaso de la 125 frente al campo.

Aprovechar las altas tasas en pesos que están ofreciendo en las entidades financieras (bancos y cooperativas) para colocar la parte de nuestros ahorros que aun no ha sido dolarizada puede ser una movida correcta, aunque eso, claro esta, solo lo sabremos dentro de un tiempo.


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