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Ganás 3 mil pesos por hora: ¿cuántas horas por semana trabajarías?

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

Hace algunos días, se me ocurrió lanzar una encuesta en mi muro de Facebook:

Amigos/as: ¿Me ayudan respondiendo una pregunta para una nota de finanzas personales que estoy escribiendo? Es: Te pagan 3 mil pesos la hora y lo que haces te gusta ¿cuantas horas por semana decidís trabajar? Y una breve justificación de ser posible.
Agradecido a quienes quieran participar.

La relación entre dinero y tiempo es un tema que me apasiona desde chico. Así como el malgastar dinero siempre me produjo una sensación de malestar intensa, malgastar mi tiempo comenzó a generarme también un sentimiento negativo.

En un mundo lleno de prejuicios en donde el que quiere trabajar poco es visto como un vago y el que está ocupado 12 horas por día como responsable y exitoso.¿Cómo hacemos para estudiar con profundidad la relación existente entre tiempo y dinero con argumentos propios y no los “socialmente aceptados”? ¿Se puede ganar más dinero cambiando la valoración que nosotros mismos le damos al empleo de nuestro tiempo?

Este tipo de preguntas son de sumo interés para mí, pero a juzgar por la respuesta a mi pequeña encuesta virtual, también es un issue (tema) que interesa a mucha gente: casi 100 respuestas en mi muro y 30 más por inbox en apenas un día, una muestra interesante como para sacar algunas conclusiones valederas.

Veremos a continuación una selección de estas respuestas (los apellidos no aparecen por un tema de privacidad) y una valoración personal dividiendo las mismas en tres vertientes: intensidad laboral alta, intensidad laboral media e intensidad laboral baja.

Intensidad laboral alta

Wanda: ¿Queee? ¡Trabajo todo el día!

Fernando: 108 horas x semana. 18 x día, 6 días a la semana. La mayor parte de la historia los humanos trabajaron esa cantidad de horas de manera gratuita o a cambio de lo básico, y haciendo cosas que no le gustaban.

Romualdo: Todas las que puedo por día y semana. A reventar. Después no laburo más.

Mariano: 10 hs por día partiendo de la base que me gusta lo que hago. Y me retiro lo antes posible con la que junté.

Sergio: Al cambio de hoy son casi 200 dólares la hora. Mmmmm. Al principio trabajaría al menos 40 horas semanales. Al cabo de 3 años ya habría facturado mi primer millón de dólares y vería la manera de poder hacer el trabajo en forma remota para poder viajar por todo el mundo, trabajando menos horas pero asegurando mi retiro.

En mi pregunta la aclaración de “lo que hacés te gusta” no es caprichosa, pero si quizá un poco tramposa. Si no estuviese, los estímulos para disminuir la carga horaria serían más altos. Pero al mismo tiempo y según mi opinión, justificar una vida con intensidad laboral alta (digamos 8 horas o más por día, 40 horas o más por semana, como esgrimen los comentarios) porque estamos “haciendo lo que nos gusta” es un argumento frente al cual puedo presentar algunas líneas de razonamiento como para plantear ciertas dudas al respecto.

¿Puede a alguien gustarle una sola actividad en la vida como para dedicarle tanto tiempo? Por que, pienso, por más que te guste mucho, esas 8 o 10 horas por día claramente te van a imposibilitar de realizar cualquier otro tipo de actividad, y no estoy hablando aquí de hacer algún deporte o mirar series por Netflix, sino de desarrollarte intelectualmente en otras áreas en las cuales también tengas interés o estudiar temas que te interese aprender.

“Hacer lo que te gusta” es buenísimo, y para quienes trabajan de algo que no les satisface puede ser visto como una panacea, pero encasillarse en una sola cosa a la larga puede terminar siendo limitante y poco satisfactorio, porque tenemos una sola vida para vivir y seguramente muchas cosas que nos gustaría hacer en caso de poder elegir.

¿Qué pasa con los afectos? Estamos hablando de ganar 3.000 pesos por hora.por más que sea haciendo lo que nos gusta, los 480 mil pesos mensuales (8 horas por día, 5 días por semana) puede sonar muy atractivo pero pocos discutirán que todo el dinero del mundo pierde sentido si el costo de ello es pasar poco tiempo y encima de mala calidad con la gente que queremos y le da sentido a nuestra existencia.

Por más que estés haciendo lo que te gusta, el que haya una retribución económica por ello genera un tipo de relación en donde existirá cierta exigencia o demanda por parte de tus clientes (que son clientes desde el momento que te están pagando por ello, sea lo que sea que hagas) que en algunos casos puede no estar en línea con tus expectativas de trabajo o la manera en la cual querés llevar a cabo la tarea. Pensar lo contrarío sería ilusorio, y basta con una simple prueba para corroborarlo: preguntarle a una persona que dice hacer lo que le gusta si no hay ciertas áreas de su trabajo que le generan stress y que no haría (o por lo menos, no las haría de esa manera) si no le estuviesen pagando por ello.

¡Cuidado! Los argumentos expuestos explicitan cómo muchas veces el dinero puede actuar como una falsa zanahoria dinámica que nunca se alcanza y que a la vez distorsiona nuestra realidad acerca de lo que estamos haciendo y sintiendo en la vida.

Intensidad laboral media

Fabo: ¿3000 la hora? 6 hs x día de lunes a viernes. Más de un tercio del día es esclavizante, diría Nietzsche, y sábado y domingo completo para mis hijos y mujer.

Cristian: Depende también de la edad de esa persona. Si tengo 20 años de lunes a viernes mínimo 8 -9 horas e invertiría un par de horas en pensar cómo invertir lo que estoy ganando. Después de los 30 años, 6 horas x día y un par de horas para pensar en qué invierto. Pasado los 50 años, 4 horitas y 2 para ver cómo invierto (siguen siendo 12 mil pesos por día).

Los testimonio que buscan “regular” el tiempo trabajado gracias a un alza del ingreso por hora, comienzan tímidamente a poner sobre la mesa otras variables importantes para vencer el monopolio del dinero como factor de decisión con respecto a la intensidad laboral semanal: la energía en función de la edad de la persona aparece ahora como algo a tener en cuenta, tal cuál lo presenté en mi nota “El dinero y tu falta de tiempo” publicada el año pasado.

En su texto “La vida debería ser al revés”, el genial humorista gráfico Quino plantea una mundo imaginario en donde nacemos viejos y morimos siendo bebés, en donde “se trabaja hasta ser lo bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral”.

Optar por una intensidad laboral media independientemente de cuán grande sea el pago recibido suena como una decisión inteligente para el disfrute en sí, que engloba el poder realizar otras actividades y pasar más tiempo y de mejor calidad con la gente querida.

¿Se puede pedir más que eso? Sí, y como muestra veamos lo que contestaron los que reclaman una intensidad laboral baja, es decir, los “vagonetas”.

Intensidad laboral baja

Ingrid: Yo trabajaría tres horas por día, cuatro días por semana. El dinero me sobraría para mis gastos mensuales y los de mis hijos, a quienes mantengo. Podría realizar otras actividades que me resultan placenteras, incluso podría volver a la docencia universitaria ad honorem. Y me alcanzaría para ahorrar un poco e invertir en viajar, e incluso ahorrar para comprar un auto, que no tengo. No tengo pretensiones de ser millonaria, pero sí de trabajar menos horas en algo que amo mucho, pero que quiero seguir amando y no caer en “burn out”.

María Eugenia: Haciendo lo que me gusta trabajaría no mas de 4 hs diarias, aprovecharía a hacer todo lo que me gusta y que a veces queda limitado por los compromisos, haría ejercicio, cursos de idioma, costura, dedicaría tiempo a terapias relajantes, ocio con mis amigos, dedicación a mi mascota… Paseos….

Adrián: Seis horas (una hora x día)…para que más. Las demás las disfruto.

Sebastian: 16 horas semanales, un sueldo aproximadamente de 200 mil. Las horas las repartiría de lunes a jueves con flexibilidad por viajes (pudiendo recuperar horas de manera flexible). En el tiempo libre me ocuparía de mi salud, educación y pasar tiempo con la familia y amigos.

Olinda: Dedicaría la cantidad de horas que me den ganas con un límite mínimo que sería llegar a fin de mes sin deudas y hasta con un resto… y con uno máximo que sería: no abusar de lo que me gusta, porque hacerlo en exceso llevaría a aburrimiento, alineación o desgaste…

Claramente, cada uno responde en función de la realidad en la que se encuentra en este momento, pero muchos también lo hacen con una visión de lo que quieren de la vida en el largo plazo. En mi caso, no me cuesta admitir que me resuena más la línea argumental de intensidad laboral baja, porque tengo en claro la existencia del “ocio productivo” y su implementación, tal como lo analicé en mi nota “Vagancia y dinero” publicada en 2014.

Más que “vagancia laboral”, yo pienso en términos de “vagancia emocional”, que tiene que ver con trabajar hasta no poder más (que llevado a un extremo sería el Karoshi, que es como denominan en Japón a la “muerte por exceso de trabajo”) para no pensar que es lo que realmente queremos hacer en la vida y enfrentar nuestros temores y vacío existencial.

Como se ve, la respuesta a esta pregunta dice mucho más de nosotros que lo que pensamos. Ahora bien, con este análisis sobre la mesa: ¿Cuántas horas por semana trabajarías vos si te pagasen 3.000 pesos la hora?

Me dará mucho gusto leer sus respuestas.


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