Ir al contenido

Cuatro consejos para los pesimistas del dinero.

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

“Tanto el optimista como el pesimista contribuyen a la sociedad. El optimista inventó el avión y el pesimista, el paracaídas.”

Gil Stern

Pésimo proviene del latín passimus, un superlativo de malo. Por lo tanto, la etimología se respeta: el pesimista no apunta a lo malo sino a lo peor. En el ámbito de las Finanzas Personales, esta concepción del mundo suele causar trastornos que pueden derivar en una subestimación de la persona y de su capacidad para generar dinero.

Se dice que una persona es pesimista cuando identifica única o principalmente los aspectos desfavorables del presente y otorga mayor peso a los factores que pueden complicar el futuro.

Todo pesimista cede a por lo menos dos de los pensamientos negativos que presentaré a continuación. De todos modos, no será esta una columna negativa: luego repasaremos argumentos y conductas que permiten cambiar el signo menos por más.

Pensamientos que no ayudan

“Este país nunca me va a dar las oportunidades que necesito”

Los pesimistas sienten vergüenza del lugar donde viven. Les gusta enumerar problemas locales y comparar el funcionamiento de la sociedad o del Estado con lo que sucede en Europa o Estados Unidos. Se quejan constantemente de haber nacido en su tierra y culpan principalmente a los políticos y las instituciones por no poder llevar la vida que desearían.

Pero pensar que las dificultades económicas (inflación, desempleo o recesión) que impone el entorno son las responsables de las penurias financieras personales es, a mi juicio, un tipo de razonamiento que pierde fuerza ante tres argumentos de peso:

a) Todos los países en mayor o menor medida presentan problemas estructurales y complejidades.

En Estados Unidos, el triunfo de Donald Trump habla de una mayoría disconforme con la situación laboral y con el pago de impuestos. Pese a tratarse de la primera potencia mundial, el grueso de la riqueza está concentrada en muy pocas manos.

En el Viejo Continente, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea también habla de un alto grado de disconformidad popular con el sistema. La votación dejó en claro que incluso en los países más desarrollados existen problemas económicos y sociales de gran envergadura.

b) En casi todos los países es muy sencillo encontrar ciudadanos que expresan, al menos en el discurso, rechazo por su lugar y elogian aspectos de otras naciones que apenas conocen o jamás visitaron. Son pesimistas independientemente del suelo que habitan.

c) Las crisis financieras son propias de las economías capitalistas y van a seguir surgiendo y superándose, con pocos ganadores y muchos perdedores. Lo cierto es que generan graves problemas sociales pero también oportunidades de inversión para quienes, en vez de quejarse pasivamente, intentan aprovechar para comprar activos baratos en momentos de turbulencia. A río revuelto.

Las crisis podrían verse como un traspaso de riqueza de los pesimistas, quienes se desprenden de sus bienes a cualquier precio para hacerse de efectivo convencidos de que todo irá de mal en peor, a los racionales, quienes saben que la recuperación tarde o temprano llegará y conocen los valores que promedian los bienes a lo largo de la historia. Por lo tanto, suelen acertar cuando opinan que un activo está a precio de remate.

“Nunca voy a poder trabajar de lo que me gusta”

Muchas veces el pesimista termina aceptando trabajos para los que se siente sobrecalificado y se resigna a ganar menos de lo que cree merecer.

En su libro “El elemento”, Ken Robinson identifica a la actividad que nos hace felices como aquella ubicada en la intersección entre la pasión y el talento. Como pasión y talento suenan un tanto inalcanzables para la mayoría, esta combinación suele reemplazarse por la del interés y la habilidad.

Además, Robinson indica que para lograr hacer lo que a uno le gusta, se necesitan actitud y oportunidades. La actitud está relacionada con el optimismo y la confianza en uno mismo. La oportunidad aparece cuando la actitud es la correcta, hay que salir a buscarla.

Uno de los problemas para el desarrollo de estas cualidades reside en las limitaciones del sistema educativo, que no promueve el pensamiento crítico de las personas y limita la definición de inteligencia a unos pocos valores en lugar de aceptar que existen múltiples inteligencias y que podemos ser hábiles en algunas materias y torpes en otras.

Salvo excepciones, las escuelas utilizan el examen como método de evaluación favorito, generando incertidumbre, temor al fracaso e inseguridad. Son instituciones promotoras del pesimismo y las personalidades pasivas, esas que no se animan a plantearse desafíos y ponerse metas que se salgan de la regla.Ojalá en los colegios nos enseñasen a defender nuestras ideas y no una calificación, quizá de esta manera sería más fácil trabajar por nuestros sueños y no por un sueldo.

Robinson advierte la importancia de buscar mentores que le permitan a uno identificar sus aptitudes y confiar en sus propios recursos.

También destaca la conveniencia de encontrar grupos de pertenencia donde se logre una conexión especial con otras personas que compartan intereses.

Antes de buscar la actividad que nos alegre la vida, debemos identificar nuestros deseos, comprender cómo y por qué surgieron, hallar mentores o guías y, finalmente, diseñar un plan para ponerlos en práctica, para lo cual Internet es en un gran aliado.

“Nunca voy a poder ahorrar dinero”

Existen dos conductas típicas de pesimistas del dinero vinculadas con el ahorro: están los avaros que acumulan y acumulan porque en cualquier momento “se pudre todo” y los que no consiguieron incorporar hábitos de ahorro y sienten que están condenados a vivir al día.

Por supuesto, el optimismo también puede llevarnos por mal camino: si pensamos que seguramente mañana “todo estará mejor que hoy”, ¿qué sentido tiene ahorrar hoy?

Para aprender a ahorrar conviene no ser optimista ni pesimista. Lo importante es comprometernos con mecanismos que generen hábitos de ahorro y, posteriormente, inversión.

“Nunca voy a ganar dinero sin trabajar”

Si el pesimista siente que nunca podrá trabajar de lo que le gusta, la posibilidad de ganar dinero sin transpirar ni siquiera se le ocurre.

¿Cómo va a invertir en activos e instrumentos financieros que -de acuerdo con sus cálculos- le harán perder dinero a causa de una crisis generalizada o una estafa?

Se pueden generar ingresos pasivos mediante la inversión en activos financieros, propiedades y demás instrumentos o mediante el desarrollo de vehículos monitoreados de ingresos físicos (empresas y negocios) o virtuales que no nos demandan demasiada energía.

Mucha más gente de lo que uno cree ha logrado generar ingresos pasivos a lo largo de su vida, destinándole menos horas al trabajo y más al ocio o la actividad productiva pero placentera a la vez. Existen tips que nos orientan hacia ese camino.

Conclusión

No se trata de elegir entre pesimismo malhumorado y optimismo inconsciente.

Los extremos casi nunca son buenos. En especial, cuando existe la posibilidad de actuar con “optimismo realista”, que combina el pesimismo que nos permite prever contingencias a futuro con la dosis de optimismo necesaria para confiar en nuestra capacidad de mejorar a cada paso el panorama.

El planeta, con sus defectos a cuestas, no detiene su marcha y evoluciona día a día, generando escenarios cambiantes que solo pueden ser aprovechados por quienes sueñan y actúan a favor de una mejora constante de su situación. La queja y la negación constante no resolverán jamás tus problemas de corto ni de largo plazo.


¿Quiere que el dinero se transforme en una fuente de satisfacción en vez de una fuente de preocupación en su vida?

Aprenda a salir de deudas, generar ingresos pasivos en su economía doméstica e invertir con éxito en la Bolsa de la mano de Nicolás Litvinoff en los cursos online de Estudinero! ¡Reserve su vacante!
Descuento activo: -20% off*

¡Anótese ahora y comience de inmediato!
Ingrese al siguiente link con su tarjeta de crédito a mano para completar la inscripción:


Finanzas PersonalesbolsaWarren BuffettBitcoin y Criptoactivos


Por dudas y consultas, escribir a cursos@estudinero.org

“Le enseñamos a generar sus propios VAIs (Vehículos Automatizados de Ingresos).”