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Tarjetas: Cuanto menos interés les dás, más intereses pagás

 

Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación

En el intrincado universo financiero, la solicitud y aceptación inquisitiva de tarjetas de crédito por parte de la mayoría se convierte en un fenómeno intrigante. Para algunos, estas tarjetas se presentan como la solución a la tediosa carga de dinero físico, brindando un pasaporte a promociones tentadoras y descuentos seductores. No obstante, para otros, estas piezas de plástico son un salvavidas en un océano financiero, incluso si ese salvavidas parece venir acompañado de piedras.
Imaginemos esta escena: el banco, en un acto de generosidad aparente, nos envía un plástico mágico que nos permite adquirir bienes y servicios sin la necesidad de ponderar si contamos con los fondos necesarios. En este acto, sin embargo, el banco omite alertarnos sobre los posibles estragos financieros que un mal uso de esta herramienta puede acarrear.
¿Qué entendemos realmente por “buen uso” o “mal uso”? Para desentrañar esto es que exploraremos los entresijos de términos y mecanismos que, en la vorágine cotidiana, pocas almas se toman el tiempo de conocer.
Los intereses y los ciclos de facturación son términos que quizás, querido lector o lectora, hayas optado por relegar al olvido. No obstante, este es el instante propicio para adentrarnos en su comprensión y aplicar los conocimientos que hoy aprenderemos juntos.
Comencemos analizando uno por uno para su mejor comprensión.

Intereses

En un país como el nuestro que ostenta el triste récord de la tercera inflación más alta del mundo, los intereses juegan un papel crucial en cada consumo que hacemos, siendo tanto el costo que el usuario de la tarjeta asume como la fuente de rentabilidad para el banco emisor. Sin embargo, es fascinante observar cómo, a pesar de su importancia, los usuarios de estos plásticos suelen darles poca relevancia.
¿A qué se debe esta aparente indiferencia? En gran medida, puede atribuirse a la falta de comprensión profunda sobre cómo funcionan estos intereses y cómo afectan directamente nuestras finanzas.
Analizaremos a continuación los tres tipos de intereses más importantes que tenemos que tener en cuenta al momento de realizar un uso eficiente de la tarjeta de crédito con un consejo particular en cada caso.

Interés por Adelanto en Efectivo: Si utilizamos la tarjeta de crédito para extraer dinero de un cajero automático, surge este tipo de interés, que se acumula desde la fecha de extracción hasta el pago del resumen mensual. El mismo puede ser de entre 20 y 30% mensual.
Consejo: Si bien es conveniente evitar el retiro de efectivo con la tarjeta de crédito debido a los intereses asociados, en caso de necesidad extrema, es esencial tener en cuenta que estos intereses pueden sumarse rápidamente. Siempre evaluá otras opciones de financiamiento antes de recurrir a este método, y asegurate de devolver el monto retirado lo antes posible para minimizar los costos asociados.

Intereses Compensatorios o de Financiación: Al comprar en cuotas, básicamente estamos solicitando un préstamo al banco emisor de la tarjeta. Aquí es cuando entran en acción estos intereses, que tienden a ser más elevados que los aplicados a los préstamos personales obtenidos directamente en la ventanilla del banco. ¿Ganarle a la inflación comprando en cuotas? Aunque el interés no sea evidente al estudiar el pago mensual, seguramente está incorporado en la evaluación total de la compra. Esto se puede comprobar fácilmente al comparar el costo total financiado con la adquisición del mismo bien al contado.

Para vencer a la inflación al comprar en cuotas, alguien debe asumir la pérdida, y creer que el vendedor asume ese papel sería un tanto ingenuo de nuestra parte.
Consejo:
Según la ley, estos intereses compensatorios pueden tener una tasa hasta un 25% superior a la que el banco emisor aplica para los préstamos personales en la misma moneda. Si notás que el banco está violando esta norma, no dudes en reportarlo.

Intereses Punitivos (o Moratorios): Los intereses punitorios, también conocidos como moratorios, son una faceta significativa y, a menudo, pasada por alto de las tarjetas de crédito. Estos intereses entran en juego cuando hay un incumplimiento de pago por parte del titular de la tarjeta. A diferencia de los intereses compensatorios, que se aplican durante la financiación a plazos, los intereses punitorios se activan en situaciones de retraso o falta de pago. La peculiaridad de estos intereses radica en su naturaleza punitiva, ya que su objetivo principal es sancionar el incumplimiento de los plazos de pago establecidos. En términos más simples, se consideran como una penalización económica por no cumplir con las obligaciones de pago en las fechas acordadas.
Estos intereses son una herramienta que busca disuadir el incumplimiento y, al mismo tiempo, generar ingresos adicionales para la entidad financiera.
Consejo: Para evitar la aplicación de intereses punitorios, es esencial realizar los pagos de la tarjeta de crédito dentro de los plazos establecidos en el resumen mensual. Mantenerse informado sobre las fechas de vencimiento y establecer prácticas financieras responsables son pasos fundamentales para evitar caer en la trampa de los intereses punitorios y mantener un historial crediticio saludable.

Bonus track: Entender el Pago Mínimo para abonar menos intereses: El Pago Mínimo representa el monto mínimo que debemos si o si abonar antes de la fecha de vencimiento actual. De no cumplir con este pago, el emisor bloqueará la tarjeta. El pago mínimo equivale al 4% del total gastado en el periodo (más deudas de periodos anteriores, si las hubiera). Optar por el pago mínimo en lugar del total desencadenará la aplicación de intereses elevados (superiores al 300% anual en la actualidad) que aumentarán la deuda para el próximo vencimiento.

Ciclos de facturación

Los ciclos de facturación y las fechas de vencimiento en el mundo de las tarjetas de crédito son como los hilos invisibles que tejen la compleja trama de nuestras finanzas personales. La importancia de comprender y respetar estos ciclos no puede subestimarse, ya que su adecuado manejo puede marcar la diferencia entre una gestión financiera sólida y el deslizamiento hacia una espiral de deudas.
Veamos los conceptos importantes para lograr eludir costos innecesarios que emergen de la desprolijidad y la falta de entendimiento de este ítem.

Fecha de Vencimiento Actual: Este término se refiere a la fecha límite que disponemos para realizar el pago, generalmente situada entre 9 y 11 días después del cierre de facturación.
Consejo: Aboná siempre la totalidad del importe antes de la fecha límite para evitar la generación de intereses y costos derivados de la refinanciación.

Fecha de Facturación Actual: Indica el cierre del ciclo mensual a abonar, incluyendo todos los gastos desde el cierre del ciclo anterior hasta la fecha presente.
Consejo:
Tener presente que un manejo cuidadoso de los gastos durante este periodo impactará directamente en la planificación financiera. Al evaluar tus consumos, asegurate de ajustarlos a tu presupuesto mensual para evitar sorpresas desagradables en la próxima factura.

Fecha de la Próxima Facturación: Nos proporciona la fecha de corte del próximo ciclo mensual de facturación, facilitando una planificación más efectiva de los gastos. Generalmente, esta fecha tiene lugar entre 25 y 35 días corridos después del cierre de la facturación actual.
Consejo
: Es crucial tener en cuenta que todo gasto realizado entre el cierre actual y la fecha de cierre próxima deberá ser abonado el próximo mes.

Fecha de Vencimiento Próximo: Esta es la fecha límite para el pago del próximo ciclo, permitiendo organizar los gastos para contar con el dinero necesario en el banco para cumplir con nuestro próximo compromiso financiero.
Consejo:
Planificá tus gastos de manera cuidadosa para asegurar que los recursos estén disponibles en tu cuenta, evitando así posibles inconvenientes y garantizando un manejo financiero eficiente.

Bonus track: Débito automático: Colocar el pago de la tarjeta de crédito en débito automático brinda comodidad y puntualidad. Automatiza el proceso, eliminando la necesidad de recordar fechas de vencimiento y asegurando pagos a tiempo. La ejecución ocurre cerca de la fecha límite del resumen, por lo que es esencial tener suficientes fondos en la cuenta para evitar problemas.

Conclusión

Según lo visto, la identificación y comprensión de los intereses compensatorios, punitorios y por adelanto en efectivo se convierten en faros orientadores en el océano financiero, guiando al usuario hacia decisiones informadas y conscientes. Al saber discernir entre estos matices financieros, el individuo se empodera para evitar trampas económicas y optimizar el uso de su tarjeta de crédito como una herramienta eficaz, en lugar de caer en las redes de costos imprevistos.
Por otro lado, la meticulosa atención a los ciclos de vencimientos y facturación actúa como el reloj meticuloso que rige las finanzas personales. Organizarse alrededor de estas fechas límite impide la acumulación de intereses moratorios, resguardando así la salud económica del usuario. La puntualidad en los pagos no solo evita sanciones económicas, sino que también construye un historial crediticio sólido, un activo invaluable en el mundo financiero.
¡La seguimos la semana que viene con más material de finanzas personales e inversiones!

 


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