3 consejos sobre el dólar y tus vacaciones.

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

Aproximadamente 100 días faltan para el comienzo de las vacaciones de verano. Suena como una eternidad.Pero esa distancia que existe entre nosotros y las vacaciones presenta una oportunidad inigualable para hacer algo que la mayoría pasa por alto y luego lamenta: planificar con tiempo el aspecto financiero de las mismas y ahorrar así una suma importante para cuidar los bolsillos castigados por la inflación de 2014, que ya se convirtió en la más alta de las últimas décadas.

Para ello, veremos a continuación tres consejos relevantes para organizar de manera anticipada lo referente a la cuestión financiera de nuestro viaje.

1) Pago del viaje y presupuesto

El “yo me lo merezco” puede ser un muy buen motivador a la hora de estimular el disfrute en nuestras vidas, pero también puede provocar que se termine gastando más de lo que realmente es conveniente para la salud de la economía doméstica. Para saber cuánto podemos gastar tenemos que tener en claro cuánto fue lo ahorrado durante el año en curso y las expectativas de ingresos para el año entrante.

Es necesario ser lo más realistas posible en lo referente al nivel de gastos que se pueden afrontar en función de la situación económica personal, y luego buscar con el mayor grado de detalle los valores de los bienes y servicios a consumir en el lugar de destino.

En lo referente a la parte financiera de cancelación y presupuesto requerido, es mejor comenzar ahora mismo, aun sin tener del todo claro el plan.

Con respecto al desembolso a realizar, la primera pregunta que debemos hacernos es si es conveniente afrontarlo en efectivo o en cuotas en pesos, en caso de existir esta oportunidad.

La respuesta a esto no es general, sino que va a depender de la situación económica de cada uno. Por ejemplo, el pago con tarjeta en cuotas (siempre y cuando las mismas sean sin interés) puede ser conveniente para aquel que tenga ahorrado el monto necesario para el viaje en moneda “dura”, apostando a que la inercia devaluatoria del peso seguirá su curso favoreciendo la apreciación en moneda local de sus ahorros a la hora de realizar el cambio para ir afrontando los vencimientos de la tarjeta.

La conducta contraria es la aconsejable para aquellos que no dispongan de ahorros para destinar al descanso vacacional, ya que pagar en cuotas las vacaciones sin disponer del capital de resguardo hace que el estrés posterior para cumplir con los vencimientos erosione rápidamente lo disfrutado.

2) Compra de divisa extranjera y gastos en el lugar de origen

Dentro la planificación financiera para quienes tengan pensado viajar al exterior debe estar la posibilidad de comprar dólares a tipo de cambio oficial (más el 20%). Las instrucciones para hacerse de moneda extranjera deben ser consultadas para estar bien interiorizado de los detalles.

Una vez que se cuente con los valores aproximados, un esquema que resulta de suma utilidad es el de subdividir los gastos totales en gastos primarios y gastos secundarios.

Los gastos primarios son aquellos derivados del pasaje, estadía, traslado y excursiones si hubiera, mientras que los gastos secundarios corresponden a los viáticos, comidas, salidas y regalos.

Luego, para optimizar estos últimos, es recomendable calcular cuánto dinero se tiene disponible para el viaje y luego dividirlo según la cantidad de días de descanso. De este modo, se puede administrar el día a día de una manera eficiente.

Una vez en el destino, el principal ahorro se debería dar por el lado de la comida: la diferencia entre comprar en el supermercado y cocinar en casa versus comer afuera puede llegar a un 200%. Incluso más: las familias numerosas destinan casi un 70% de su presupuesto total a este ítem.

Con respecto a la manera en la que conviene afrontar el pago de los gastos para quienes eligen viajar al exterior una vez en el destino, la brecha actual de casi el 30% entre el “dólar tarjeta” y el dólar paralelo favorece nuevamente el pago con tarjeta de crédito, como manera de abaratar en algo el costo.

Esto corre para cualquier destino fuera del país, ya que las tarjetas suelen realizar la conversión pasando la moneda del país donde se realizó el gasto a dólares y luego recién a pesos.

Los gastos que los argentinos realizan en el exterior representan una fuga de divisas, y por ello es que el Gobierno ha aplicado limitaciones e impuestos que fueron cambiando (léase endureciéndose) a lo largo del tiempo, sumiendo a la gente en un estado de confusión con respecto al uso de los plásticos en el extranjero.

3) Posibilidad de extracción de dinero en el extranjero y previsiones

No es recomendable “jugarse” a llevar poco efectivo pensando en pagar todo con tarjeta de crédito o débito para quienes tengan pensando cruzar las fronteras en el verano, ya que el último año ha habido muchas quejas referidas a la imposibilidad de cobro por parte de comercios para gastos con plásticos provenientes de bancos argentinos, aun cuando los compradores contaban con saldo en sus cuentas.

Lo curioso es que no existen al día de hoy mayores restricciones para gastos en el exterior con tarjeta de débito y crédito que las que aplica el propio banco emisor del plástico a sus clientes basándose en saldo disponible o límite de gasto diario.

Con respecto a las extracciones de divisas en el exterior con tarjeta de débito, la comunicación “A 5294” del Banco Central establece que “los retiros de moneda extranjera con el uso de tarjetas de débito locales desde cajeros automáticos ubicados en el exterior deberán ser efectuados con débito a cuentas locales del cliente en moneda extranjera”. Esto ha prácticamente vedado esta posibilidad, ya que ahora se necesita una autorización previa de la AFIP al ser considerada esta operatoria como una compra de divisas.

Por ello, es recomendable llevar divisas al viaje por más que el objetivo sea “tarjetear” los gastos y pagarlos luego con ese respaldo.

En definitiva, es muy probable que para evitar las implicancias y complicaciones que trae viajar al exterior, muchos decidan este verano vacacionar en el país en vez de cruzar las fronteras.

Pero aquellos que sueñan con un descanso en una playa de Brasil o en algún otro lugar del mundo, no deberían renunciar a ello simplemente por un tema operativo: es cuestión de organizarse ahora, tener en cuenta los consejos vistos y entregarse luego a la aventura.