Periodista Juan Manuel Chalabe
Un equilibrado manejo del plástico puede convertirse en un arma para enfrentar la escalada de precios. Los pagos mínimos, fuera de tiempo o el gasto excesivo pueden generar importantes deudas al usuario.
En medio de una constante escalada de los precios de los bienes y servicios en el país, cada vez son más los argentinos que se han volcado al consumo a través del uso de las tarjetas de crédito. Es aquí donde especialistas consultados por El Tribuno acuerdan en el uso del plástico para enfrentar la inflación siempre y cuando se desarrolle una acción prudente en relación a los ingresos mensuales.
En los últimos años, el boom del consumo hizo que más argentinos se animaran a endeudarse en el sistema financiero pese los vaivenes de la economía doméstica e internacional. Es que según datos de las propias emisoras de las tarjetas, más de 70% de los argentinos mayores de edad estarían adheridos a al menos una tarjeta lo que demuestra claramente que es un fenómeno que atraviesa los diferentes estratos sociales.
“En las últimas décadas las tarjetas eran reservadas para las capas más altas pero advirtieron que era un buen negocio. Es así que los bancos y los emisores de las tarjetas empezaron a financiar a gente con recursos más bajos” advirtió Nicolás Litvinoff autor de Es Tu Dinero!.
Compras de electrodomésticos, muebles y otros bienes de consumo pagaderos en numerosas cuotas y sin interés se están tornando un hábito en el país. Es que mientras el interés de las tarjetas promedia el 12%, la inflación está cercana al 25%, lo que hace mucho más tentador aún el uso del plástico.
Así también en tiempos de incertidumbre económica, muchas familias optan por la incorporación de bienes en lugar de ahorrar ya que, día tras día, el dinero pierde valor. “Es como si tomarás un crédito no solo a tasa 0 sino que además pasó el tiempo y vas a pagar vas a tener que ese mismo producto lo hubieras pagado en el momento que hacés el desembolso para cancelar el resumen a un precio mayor, con lo cual el uso intensivo de la tarjeta de crédito es sumamente aconsejable” puntualizó el economista, Pablo Tigani.
Sin embargo, a pesar de su rentabilidad y de la buena alternativa que representa para enfrentar la inflación, en un abrir y cerrar de ojos puede pasar a convertirse en un castigo para los usuarios.
Posibles endeudamientos
Un uso poco responsable de los plásticos puede traer grandes dolores de cabeza para sus usuarios. Es aquí donde comienzan las deudas, las facturas impagas y los elevados intereses impuestos por las emisoras de las tarjetas y las entidades bancarias.
“El secreto está en que las tarjetas especulan con que mucha gente no tiene control de sus finanzas personales” dice Litvinoff.
De esta manera los especialistas consultados por El Tribuno acuerdan en dos grandes definiciones que parecen de sentido común, pero en el día a día no se reflejan en el elevado porcentaje de morosos. La primera es la necesidad de no llegar al límite puesto por la tarjeta, ya que iguala o supera nuestros ingresos mensuales. Es aquí donde recomiendan como máximo llegar al 50% de ese límite. En segundo lugar pagar las facturas en su totalidad. Es que muchas veces resulta tentador el pago mínimo pero comienza a generar exorbitantes intereses que hace imposible el pago normal de los compromisos.
Asimismo según advierte Antonelli, “la acumulación de vencimiento va a impedir que la gente pueda seguir consumiendo”
Lo cierto es que con un uso prudente, medido y equilibrado el uso de la tarjeta de crédito representa una importante alternativa para combatir la inflación y la incertidumbre económica.
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Recomendable: Establecer un “aforo personal”. Es bueno aprovechar promociones con descuentos para utiliar con algunas tarjetas de crédito siempre partiendo del límite autoimpuesto. Usar aplicaciones gratuitas para el control de gastos con tarjetas a través del uso de I-Pad, I-Phone o PC. Las aplicaciones pueden ser asociadas al mail y al teléfono móvil.
No recomendable: Las fechas de vencimiento de los pagos suelen ser sumamente estrictas, y pasarlas por alto es muy costoso, dado que los intereses pueden estar en el orden del 50% anual.
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EDUARDO ANTONELLI.
Licenciado en Economía y docente universitario.
Recomendable: Usar la tarjeta de manera prudente. En condiciones normales lo que tienen es que permite consumir un poco más de lo que uno tiene de ingresos mensuales. Dan un poco de holgura a condición de que haya un margen para pagar el consumo para no ir generando endeudamiento.
No recomendable: Al asalariado no le conviene el pago mínimo, porque cuando llegue esa instancia es porque agotó sus posibilidades de crédito y en esas condiciones tiene que pagar el mínimo y poner el adicional para los consumos que hacía con la tarjeta.
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PABLO TIGANI.
Economista, director Ejecutivo de la Fundación Esperanza.
Recomendable: Usar la tarjeta de crédito a principio de mes para que tengamos25 a30 días para pagarla y cuando llegue el resumen pagar en forma completa. Es interesante para los comerciantes porque tienen la posibilidad en el volúmen de hacer negocios y muchas veces dentro del precio, ya que está incluido el precio y el costo que le cobra la tarjeta de crédito.
No recomendable: Cuando el nivel de gasto para la persona supera una cantidad razonable porcentual de sus ingresos. No tiene sentido utilizar la tarjeta de crédito como si nunca se fuese a pagar.
Esta nota fué publicada por el diario El Tribuno de Salta el Domingo 21 de Octubre de 2012.