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Cómo evitar que la inflación hoy se coma tus ahorros

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Argentina está en el top ten de la inflación mundial. Plazos fijos, dólar y ladrillos hoy no son la mejor opción para que nuestro dinero sirva para algo. Opinan Tomás Bulat, Nicolás Litvinoff e Ignacio Grau.

por Mario Simonovich, de MDZOL.com

La culpa no es de los bancos, ni del dólar, ni del colchón de la casa. La culpa es de la inflación, que en lo técnico es 25,4% (en los hechos, 28% o más) y Argentina, al igual que Del Potro en el tenis, está en la mitad del top ten del mundo en lo que hace al aumento del costo de vida.

Es lógico, entonces, que en su ADN los bancos y lo que regula los sistemas monetarios no se hayan diseñado para sobrevivir en un ecosistema con picos de precios altos que escalan cada día más, como si pretendieran salir de un ahogo permanente, en un ejercicio constante para lograr una bocanada de oxígeno. Sino más bien el mundo de los negocios funciona cuando el oxígeno es permanente porque así lo permite un ecosistema regulado con una inflación promedio de 3,9% (para el caso de América Latina, apartando a Argentina y Venezuela). Allí, sí: con esa lógica se puede pensar en un plazo fijo o en un cambio de moneda para hacer rendir los ahorros.

Pero con una inflación que supera por lejos las tasas que ofrecen los bancos y el cambio oficial está claro que los números no cierran y el ahorrista, sobre todo el más pequeño de todos, estará perdiendo dinero, aunque no se dé cuenta, ya que lo que cobre del banco siempre llegará con intereses, pero haciendo la sumatoria anual y restando lo que se lleva la inflación, el color de los números siempre será rojo.

El siguiente cuadro es un ejemplo: en base a tres montos (15 mil, 20 mil y 50 mil pesos) y sin inflación, las opciones plazo fijo (17%, en este caso), dólar oficial y dólar libre (tomando como parámetro desde el 12 de noviembre de 2012 hasta hoy), los números cierran porque la inflación -estimada para este ejemplo en 28% anual- no se termina llevando más de lo que uno “apostó” doce meses antes. No así si nos remitimos al cuadro siguiente -la opción con inflación- ya que las opciones plazo fijo y dólar oficial asegurarán un permanente default en nuestras cuentas.

El ejemplo reflejado en este cuadro –en el que muchos pequeños ahorristas pueden sentirse identificados- obliga a hacerse un planteo de fondo sobre cómo evitar que la inflación se lleve al estómago los ahorros de uno.

Hoy existen otras opciones a la vista, como los fondos de inversión, letras del Tesoro, acciones en la Bolsa, bonos, warrants, bitcoins, compra de propiedades y otros.

Para responder esta duda –cómo preservar y hasta mejorar las cuentas personales-, MDZ consultó a tres fuentes confiables: Nicolás Litvinoff, Tomás Bulat e Ignacio Grau.

“Para contestar esta pregunta, conviene comenzar por lo opuesto: la mejor manera de descuidar el dinero es quedarse con los pesos sin hacer nada, porque se los come la inflación. Dicho esto, el pequeño inversor debe buscar inversiones que al menos se acerquen al 20% aproximado. de la inflación real en la economía”, afirmó Litvinoff.

Para ello, el autor del best Sellers en finanzas “¡Es tu dinero!” sugiere antes de invertir en dinero, primero “invertir algunas horas de su tiempo en hallar la información correcta”.

“El Merval de Buenos Aires este año ha subido 90% en pesos, con algunas acciones que duplicaron o triplicaron el valor que tenían el 1 de enero. Al mismo tiempo, dada la devaluación oficial del dólar de más de 20%, los instrumentos linkeados al tipo de cambio están otorgando rentabilidades de casi el 25%. Invertir en la Bolsa es muy sencillo y se puede hacer a partir de los 2000 pesos”, completó.

El economista Tomás Bulat coincide con Litvinoff en que “lo que seguro no tiene que hacer es nada” ya que “es preferible un plazo fijo a 30 días hasta decidir qué hago antes que dejarlo en la caja de ahorro”.

Bulat propone invertir en bonos y en la Bolsa en primer lugar y en los ladrillos, como última opción:

“Hay que recordar que hoy no se fomenta el ahorro, sino el consumo, por lo tanto para ganarle a la inflación lo mejor es tratar de invertir en bonos o en la Bolsa. En bonos pueden ser los dolarizados, como Boden 2015 o 2017 o bonos dollar linked, como los emitidos por la provincia de Mendoza”, explicó.

“Comprar ladrillos si se puede no es la mejor opción hoy, pero tampoco es mala”, agregó. Otra opción: fondos de inversión

“El escenario actual es bastante complicado para los ahorristas e inversionistas”, ya que los plazos fijos “se manejan en un margen que van del 14 al 18%”, por lo que es superada por la inflación, explica Ignacio Grau, uno de los fundadores de invertirenbienes.com, con destacada trayectoria en fondos de inversión.

El ejecutivo de Balanz Capital aconseja los fondos de inversiones, ya que “es un vehículo muy accesible para el ahorrista, por su capacidad de liquidez –no hay que esperar un vencimiento, sino sólo levantar el teléfono y solicitar el rescate del dinero invertido- y porque el rendimiento de los mismos se traduce en beneficios de hasta el 47%, contra el 36% que hoy aporta el dólar y el 17% de los plazos fijos.

A diferencia de las propiedades, dólar o plazo fijo, los fondos de inversión requiere dejar el dinero en manos de especialistas que sepan manejar el mismo a través “de una cartera diversificada de activos”, esto es diversificar los tipos de bonos o de acciones para que los resultados sean más óptimos.

Lo que hace un fondo común de inversión es que un grupo administrador que reúne dinero de distintos inversores – naturales o jurídicos-  los invierta en diferentes instrumentos financieros, como bonos y acciones.

Al igual que Bulat aconseja los bonos dóllar linked -se llaman así porque están “linkeados” al valor del dólar- , que son soberanos o corporativos,  y tienen un rendimiento equivalente a la devaluación oficial más un “premio” que es el cupón que paga el bono en cuestión. “Es un instrumento muy común para el que está en el mercado financiero y que puede disponer el ahorrista común. El Merval ha tenido un año firme y bueno, sobre todo después de las PASO, con inversores del exterior interesados en la Bolsa”, sostuvo.

Consultado sobre las alternativas más cercanas a apostar al dólar, Grau propuso invertir en activos que vayan a la velocidad de la moneda americana.

“Vos querés tener el bolsillo o el poder de compra del dólar, hacer inversiones en pesos en activos financieros que van a la velocidad del dólar (10 pesos hoy a fin de año son 14 pesos, que te rinde igual al dólar)”, detalló.

También propuso como alternativa comprar bonos en pesos “pero que cuando se pagan los intereses se pagan en dólar, porque así lo dice la legislación argentina”.

¿Un fondo de inversión es arriesgarse también a perder mucho?

Grau considera que esto se puede evitar si el grupo que administra el dinero que pone un ahorrista –que en el caso de su compañía arranca del mínimo de 10 mil pesos- se trabaja y no queda concentrado en una misma canasta:

Igrau dice: “Es un riesgo. Los rendimientos pasados no garantizan rendimientos comunes. Se puede perder. Pero ¿por qué los que estamos en esto le ganamos a la inflación? Porque el secreto es estar bien diversificados. Esto lo hacen todos los países del mundo. El pilar fundamental es cuando hay diversificación: uno no pone los huevos en la misma canasta y los fondos comunes de inversión lo hacen hasta obligados por la Comisión Nacional de Valores. Para que el rendimiento del fondo sea negativo, la mayoría de los activos tienen que tener rendimiento negativo: si comprás a un peso y en lugar de subir bajó,  te podés equivocar en uno o dos, pero no en todos. Es una actividad superregulada”, detalló.

Consultado sobre invertir en ladrillos, respecto de lo expresó Bulat, Grau brindó otra respuesta:

“Esta opción tiene buenos y malos momentos. A partir del 2002 fue un buen momento para las propiedades y llegaron a un pico hace un par de años atrás, ya que es muy importante tener techo propio. Como instrumento de inversión no es muy bueno, pero tiene la ventaja de que preserva la inflación. Tiene pros y contras. Por ejemplo no es líquido: de repente tenés un problema y no es fácil vender la propiedad. Y la otra contra son las comisiones que se llevan las inmobiliarias, que van del 3 al 5 por ciento de comisiones, mientras que en los fondos de inversión por año son del 2 al 3 por ciento”.

Una pregunta que cualquiera en el fondo esconde: ¿se puede ahorrar y disfrutar del dinero que uno obtiene de su esfuerzo? Grau, al responder la misma, en cierto modo explica por qué los argentinos se volcaron al consumo:

“Sin dudas que la gente se volvió al consumo como forma muy inteligente de cubrirse contra la inflación. Si a una persona le ofrecés algo que la cubra de la inflación, el consumo es una respuesta muy intuitiva de la gente”.

“Hay que hacerse de a poco la capacidad de ahorrar. Mis clientes no son grandes inversores: son médicos, taxistas, comerciantes y jóvenes profesionales. Hay ahorristas que se convierten en inversores.  Pero la Argentina ha sido hostil con los ahorristas e inversores y por eso somos de la cultura dólar o ladrillos. Es lógico que la gente tenga miedo a ahorrar, pero ese miedo hay que cambiarlo: ¿te imaginás a Bill Gates guardando dólares en un colchón?”.


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