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8 tips para bolsillos devaluados

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

Cinco pesos es lo que valía el dólar oficial hacia fines de enero de 2013. Frente a los 8,02 alcanzados un año después, la devaluación ha superado ya el 60%, y para muchos analistas, esto recién empieza.

Ante tamaña pérdida de valor de nuestra moneda, queda claro quiénes son los beneficiados y perjudicados. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) , los gobiernos provinciales podrían enfrentar serios inconvenientes debido a que muchos de ellos se encuentran endeudados en dólares. Empresas como la petrolera YPF también podría verse afectada (el valor de sus acciones en la Bolsa se ha derrumbado este mes), y las empresas de servicios con tarifas congeladas enfrentarán serios problemas ante el aumento de sus insumos en pesos.

Entre la población, los jubilados claramente estarán del lado de los perdedores, al igual que los asalariados cuyos gremios deberán negociar las paritarias persiguiendo la imposible misión de un 50% de aumento para compensar el 20% que se han devaluado los salarios en enero más el 30% de inflación real de 2013.

Esta erosión de los ahorros en moneda local y pérdida de poder adquisitivo de los salarios reales es quizá una de las situaciones más peligrosas para el bolsillo de la gente, que muchas veces queda paralizada ante la violencia de los movimientos económicos o acciona de manera compulsiva, perdiendo en muchos casos los ahorros de toda la vida o evidenciando una disminución tangible en su calidad de vida.

Veremos a continuación 8 tips para bolsillos devaluados, que buscan preservar el ahorro y los ingresos de las temibles garras inflacionarias y devaluatorias.

USAR LA TARJETA DE DÉBITO EN VEZ DE LA DE CRÉDITO

Desde la instrumentación del cepo, “tarjetear” la mayor cantidad posible de gastos en otras monedas (ya sea viajes o importación de productos) ha sido una constante entre los argentinos que buscan así aprovechar el tipo de cambio oficial.

Hubo momentos en los cuales era conveniente realizar adelantos en pesos y luego utilizar la tarjeta de crédito, y otros en los cuales la utilización de una u otra era indistinto.

A partir de la aceleración en el ritmo devaluatorio, se volvió conveniente utilizar la tarjeta de débito para gastos en otras monedas dado que la conversión a pesos al tipo de cambio oficial por la compra realizada se hace al materializarse el gasto, mientras que con la tarjeta de crédito el cambio se concreta por el total de lo gastado durante el período a la fecha de vencimiento mensual.

Pagando con tarjeta de crédito, no se puede saber a ciencia cierta cuánto se terminará abonando por el producto o servicio comprado (estamos hablando siempre para gastos en cualquier moneda que no sea pesos argentinos).

A modo de ejemplo, las compras realizadas a mediados de enero con tarjeta de crédito y que deben ser pagadas a mediados de febrero se han encarecido casi un 20% debido a la devaluación, medidas en moneda local.

BUSCAR OPORTUNIDADES INMOBILIARIAS EN DETERMINADOS SECTORES

Ante una fuerte devaluación como la actual, no todos los bienes se ajustan a la misma velocidad en el corto plazo, aunque en el mediano sí deberían converger a actualizarse con el resto de le economía.

Un ejemplo de esto son las propiedades, que suelen comportarse de manera dispar: mientras que las ubicadas en barrios de clase alta y media alta actualizan su valor rápidamente, aquellos localizados en zonas medias y medias bajas lo hacen con mayor lentitud, dado que están más correlacionadas con el aumento del salario que con el tipo de cambio.

Es por ello que pueden aparecer negocios interesantes en este último segmento para aquellos que dispongan de cierto capital y estén a la búsqueda de oportunidades.

INVERTIR EN INSTRUMENTOS “LINKEADOS” AL DÓLAR OFICIAL

El término “dólar linked” hace alusión a activos que se compran, cotizan y devuelven el capital en pesos, pero cuyo rendimiento dependerá, en mayor medida, de lo que pase con el dólar oficial. Generalmente, suelen pagar una tasa por encima de la devaluación del tipo de cambio.

Veamos un ejemplo concreto para que se entienda el funcionamiento.

El inversor compra hoy un bono “dólar linked” que paga un 9%, y el valor del mismo es 100. Al momento de la compra el tipo de cambio oficial es de 8,02 pesos.

Pasa un año, y el tipo de cambio oficial se devalúa hasta los 9,92 pesos (23.7%). Ese bono debería valer para ese entonces 132.70 (23,70 correspondientes a la devaluación del peso frente al dólar y nueve pesos correspondientes al rendimiento del 9% prometido). En total, el rendimiento es del 32.70% de lo invertido, siempre en moneda local.

En otro escenario, si el dólar oficial queda “planchado” en $8,02 pesos, entonces el bono debería valer 109 y su rendimiento por lo tanto sería del 9% anual.

Este tipo de activos ofrecen una cierta protección frente a la devaluación y de hecho vienen siendo una de las “estrellas” en la Bolsa en cuanto a su rendimiento en lo que va de 2014.

Aprenda como “linkear” sus ahorros al dólar oficial en el curso Primeros Pasos en el Mercado, que comenzó recientemente y del cuál quedan disponibles las últimas vacantes.

NUNCA PRECANCELAR CRÉDITOS EN PESOS

Frente al aumento en las expectativas inflacionarias que la devaluación trae aparejadas, algunas personas que tienen ahorros por un lado y deuda en pesos tomada por otro se asustan y optan por precancelar el préstamo tomado para no quedarse con los pesos, pensando que con ello están haciendo un buen negocio.

En un contexto devaluatorio e inflacionario, esta es una pésima decisión ya que las deudas en moneda local suele “licuarse” (esto es, perder valor real) al ritmo de la devaluación, y precancelar las mismas es pagar con pesos que valen más hoy una deuda que seguramente valdrá menos mañana.

Lo contrario aplica para deudas tomadas en dólares, en donde puede existir también la posibilidad de renegociar la misma con los acreedores antes violentas subas de la divisa americana como la experimentada últimamente.

COMPRAR ACCIONES

En lo que va del año, las bolsas globales han perdido valor, pero ello no ha ocurrido con el Merval argentino (índice que mide el desempeño de las acciones líderes), que ha ganado más del 8% (que se suman al 89% ganado en 2013).

Claramente, las acciones de empresas que tienen una alta ponderación de pesos en sus negocios han bajado de precio mientras que aquellas cuyos ingresos se encuentran denominados en moneda extranjera han subido y se piensa que esta tendencia podría seguir su curso si la devaluación se profundiza.

Por ello, la compra de acciones de empresas exportadoras con una parte del capital (no mayor al 20 o 30% del total de los ahorros para aquellos inversores inexpertos) puede ser una buena cobertura frente a las mencionadas amenazas, como así también la adquisición de Cedears (Certificado de Depósitos Argentinos) que representan acciones de empresas extranjeras que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Los Cedears, al cotizar también en mercados extranjeros en monedas distintas al peso, pueden proteger de manera eficiente al inversor de la pérdida de poder adquisitivo de sus ahorros.

ADELANTAR CONSUMO CORRIENTE

Para poder llevar a cabo este punto de manera exitosa es necesario invertir tiempo en la planificación y estrategia.

Adelantar consumo corriente no es ir al supermercado de la esquina y comprar cinco pastas dentífricas en vez de una, sino que tiene que ver con realizar antes un estudio detallado de cuáles son los productos a consumir que tienen una mayor elasticidad al aumento de precios y al mismo tiempo una fecha de vencimiento o caducidad alejada.

Luego, se debe avanzar sobre la capacidad de almacenamiento que se puede tener en el hogar, en donde cada centímetro debería ser aprovechado con inteligencia. Finalmente, se recomienda realizar la compra en hipermercados mayoristas en donde se pueden conseguir productos hasta un 30% más barato que en los comercios regulares, elevando el ahorro a más de un 60% si tenemos en cuenta la inflación futura.

TENER EN CLARO SI ESTAMOS “PROTEGIENDO” O “ESPECULANDO”

Proteger nuestros ahorros de una pérdida de valor, ya sea gradual o súbita, es una cosa, mientras que “apostar” a que un determinado evento devaluatorio tendrá lugar en algún momento es otra totalmente distinta.

Lo ideal es conseguir lo primero (proteger el poder adquisitivo del ahorro) sin caer en lo segundo (especular con el tipo de cambio).
Para ello conviene repartir el capital entre distintas opciones como las presentadas anteriormente, y nunca jugarse el 100% a un solo evento.

Especular con la ocurrencia de un evento futuro utilizando los ahorros suele ser una de las causas de mayores pérdidas para aquellas personas que no tienen ni el tiempo ni las ganas necesarias para mantenerse informado en tiempo real de las variables que pueden afectar la posición.


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