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Deudores Anónimos

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.
Las personas con problemas de adicción al alcohol, las drogas o el juego saben que existen instituciones solidarias a las cuales pueden acudir para pedir ayuda cuando tocan fondo, en busca de tratamiento especializado brindado por profesionales del tema.
Pero, ¿adónde recurre aquel que sufre una fuerte dependencia a contraer deudas que sabe de antemano que no podrá pagar?
La cantidad creciente de deudores crónicos ha propiciado la creación de Deudores Anónimos, una organización cuyo objetivo primordial es que las personas con problemas de deudas puedan cortar los gastos compulsivos y afrontar sus pasivos.
Veremos a continuación una serie de preguntas propuestas por Deudores Anónimos que una persona con este tipo de problemas debería responder para determinar si está dentro de la categoría de deudor compulsivo, y luego algunos consejos para comenzar a superar esta adicción padecida por muchos.

Test del deudor

Lo que viene a continuación es muy simple: solo hay que contestar con total sinceridad, por sí o por no. Luego, en función de las respuestas, se podrá saber si el supuesto problema de deuda del interesado puede ser considerado de gravedad o no.

  • ¿Las deudas son una fuente de infelicidad para su vida personal?
  • ¿La presión de sus deudas hace que no pueda concentrarse bien en la rutina de su trabajo habitual?
  • ¿Sus deudas están afectando su reputación?
  • ¿Sus deudas provocan que usted no pueda prestar suficiente atención a sí mismo como persona?
  • ¿Alguna vez dio información falsa para conseguir un crédito?
  • ¿Alguna vez hizo falsas promesas a sus acreedores?
  • ¿La presión de sus deudas ha hecho que usted descuide a su familia?
  • ¿Tiene usted temor que algún empleado, familiar o amigo se entere de la magnitud de su endeudamiento?
  • Al tener que afrontar una situación financiera difícil: ¿la perspectiva de pedir prestado le otorga una sensación de alivio?
  • ¿La presión de sus deudas le provocan insomnio?
  • ¿La presión de las deudas lo ha llevado a beber de más?
  • ¿Ha pedido dinero prestado sin considerar adecuadamente la tasa de interés?
  • Cuando se encuentra sujeto a una investigación crediticia: ¿espera usted generalmente una respuesta negativa?
  • ¿Alguna vez ha intentado seguir un estricto plan de pago de sus deudas con la única condición de quebrarlo bajo presión de una situación límite?
  • ¿Justifica usted sus deudas diciéndose que es “superior” a las demás personas y que cuando llegue su oportunidad habrá saldado sus deudas de la noche a la mañana?

¿Cómo han sido sus resultados? Si ha contestado sí a ocho o más preguntas, sus posibilidades de tener un problema con las deudas compulsivas son altas, o bien va en ese camino.

Consejos para tratar el problema de las deudas

Dependiendo de la magnitud del problema, es posible llevar a cabo una modificación de los hábitos antes de acudir a una institución especializada.
Un primer paso tiene que ver con clarificar la situación financiera, ya que los deudores crónicos no suelen llevar al día el saldo de sus cuentas, gastos mensuales o tasas de interés pagadas por los préstamos pedidos. De alguna manera, el objetivo de esta “desprolijidad financiera” pasa por negar la realidad de la economía doméstica, y con ello el problema en su totalidad.
Es vital saber con certeza a cuánto asciende el pasivo total de la persona para comenzar a tratar la adicción a las deudas.
Otro punto importante es dejar de involucrar a los familiares (la mayoría de los deudores lo hace) en situaciones de deuda. Hablar con ellos y contarles con sinceridad el nivel de deudas, situación judicial (si la hubiese) y demás cuestiones es un paso que hay que tomar cuanto antes.
Luego, es necesario limitar los vehículos de acceso al crédito inmediato, como las tarjetas de crédito, que componen una invitación constante a seguir endeudándose. La recomendación aquí es dejar los plásticos “descansando” en algún cajón de la casa y no llevarlos encima, para evitar así las tentaciones. Si la persona cuenta con varias tarjetas (los deudores crónicos suelen hacerlo para especular con los distintos vencimientos) se recomienda eliminar las mismas y quedarse solo con una.
Confeccionar un plan de austeridad es otro paso difícil pero necesario para comenzar el proceso de recuperación financiera, ya que el ahorro es uno de los pilares necesarios para frenar las nuevas deudas primero y comenzar a desendeudarse a posteriori. El café en la calle, el taxi, las comidas afuera y todos esos “pequeños gastos” deben ser eliminados hasta tanto el caudal de deudas haya disminuido.

Conclusión

El peor de los escenarios para un deudor crónico es seguir dilatando el problema por vergüenza, temor a la incomprensión o a la marginación.
La poca cultura financiera produce además que el individuo sea mucho más permeable a la presión consumista propiciada por el marketing empresarial y, en muchos casos, por el propio Estado.
La red de contención profesional parece ser mucho más escasa que la existente para otro tipo de adicciones más conocidas, pero por lo menos ahora sabemos que existe y que puede ser efectiva.
Pedir ayuda, comprometerse con el cambio y modificar de hábitos en lo relacionado con el dinero es el primer paso para transformar una realidad angustiante.


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