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5 opciones para pelearle a la inflación en tiempos de default.

Una gran duda es qué hacer con los pesos en una economía con una moneda que pierde valor y donde nadie quiere deshacerse de los dólares. ¿Es posible ganarle a una suba de precios del 40% anual?

 Fuente: Infobae.

La inflación sigue acaparando el protagonismo en la economía, y cada vez se hace más difícil ahorrar. A la suba de los precios también se suma la devaluación, que marca una pérdida de valor del peso con respecto al dólar. Con este escenario, guardar pesos en el chanchito es una opción descartada por los argentinos. Y ante todo, los hechos demuestran que apostar a la divisa norteamericana continúa siendo una de las inversiones preferidas.

Sin embargo, el cepo cambiario que instauró el Gobierno a partir de octubre de 2011 aumentó las restricciones para la compra del billete verde. Y con estas limitaciones, se imponen algunas opciones en las que se puede apostar con mayor o menor capital. Siete de cada 10 argentinos consideran que su poder adquisitivo se deterioró durante el último año, y esa percepción cayó de forma consecutiva en los últimos seis años.
Si no se puede ganarle a la inflación, al menos se busca darle batalla a una suba de precios que las consultoras privadas calculan en un 40% anual. A continuación, economistas y especialistas en finanzas recomiendan cinco opciones para tener en cuenta:
1. Dólar ahorro: los argentinos han escuchado más de una vez, de distintos políticos y en diferentes momentos, que “el que apuesta al dólar pierde”. Incluso la presidente Cristina Kirchner, durante un acto en la Bolsa de Comercio el 18 de julio de 2011, aseguró que “hay que convencer a los argentinos de apostar al país y no al dólar”. Desde ese día, el dólar oficial avanzó más de un 100% y el paralelo un 236 por ciento. En este contexto, la posibilidad de comprar dólar ahorro para quienes declaren ingresos superiores a $7.200 -equivalente a dos salarios mínimos- se volvió una opción tentadora como resguardo.
“Aquellos que puedan comprar dólar ahorro, que compren todo lo que puedan. Es una forma de protegerse contra una devaluación que se espera será mayor y con niveles de inflación que no bajan”, recomendó Mariano Otálora, especialista en finanzas personales, en diálogo con Infobae. Incluso la compra de una divisa oficial a la que se debe sumar un recargo del 20% de la AFIP fue récord en agosto. Según informó la Administración Federal de Ingresos Públicos, en el mes ya se vendieron 239.750.521 dólares.

2. Animarse a la bolsa: a pesar de una economía en recesión que entró en default “selectivo” de su deuda desde el 30 de junio, la rentabilidad de la bolsa tuvo una variación cercana al 80% en lo que va del año. Se puede comenzar a operar con sumas chicas (por ejemplo, unos $5.000), aunque Mariela Pucci, operadora de Rava Bursátil S.A., recomienda comenzar con importes más altos para diversificar las inversiones.

“La diversificación entre distintos instrumentos permite reducir la volatilidad, y por lo tanto, el riesgo”, explicó a Infobae.
Se puede operar a través del banco donde se tiene una cuenta o seleccionar una sociedad de bolsa, a través de un agente habilitado que cobrará una comisión, que se suman al derecho de bolsa y al derecho de mercado. Las entidades bancarias también cobran comisión para operar, o puede estar incluída en el precio de compra/venta de los activos.
La especialista dijo que las empresas energéticas tuvieron el mejor rendimiento -Edenor, Pampa Energía, y Transener-, seguidas por el sector bancario, donde se destacan Banco Macro, Banco Francés y Banco Galicia.
“En el primer caso, los movimientos son más especulativos ya que responden a rumores o expectativas de cambio en las políticas energéticas o tarifas.
En el segundo caso, los fundamentos hacen menos riesgosa la inversión, ya que el sector bancario sigue prestando balances muy sólidos cada trimestre”. Entre los bonos, se puede optar por el Boden 2015, el Bonar X y el Bonar 2024, si la opción es buscar un bono más largo.

3. Préstamos sin bancos: las finanzas colaborativas han tenido un gran crecimiento en los últimos años.

Nicolás Litvinoff, economista y director del sitio estudinero, aseguró que este tipo de sistemas “elimina los spread bancarios y el que pide prestado a tasas del 35 al 40% de costo financiero total”. Una de las empresas que trabaja con finanzas colaborativas es Afluenta, una plataforma online que conecta a personas que necesitan préstamos con inversores. Por ejemplo, se puede pedir un préstamo de $40.000 con hasta 48 cuotas fijas, y el inversor puede tener una renta anual de hasta un 40,7% sobre el capital invertido. “Se le gana a la inflación o por lo menos se mantiene el poder adquisitivo”, dijo Litvinoff a Infobae.
Para poder acceder a un préstamo, se debe tener una cuenta bancaria, un ingreso mensual neto de $6.000 con una antigüedad laboral mínima de nueve meses y buenos antecedentes de pago durante los últimos dos años.
Este tipo de préstamos se suele pedir para saldar deudas, realizar arreglos en el hogar, pagar viajes o completar la compra de un auto. En el caso de necesitar montos bajos, la otra plataforma online Moni ofrece préstamos hasta $4.000 que se acreditan en una cuenta bancaria en el mismo día y el día de vencimiento, se debita la plata de la cuenta.
Para un préstamo de $2.500, se cobra un servicio de $364, un interés de $141 -del 59% anual- y se suman otros $106 por el IVA. Al pedir esa suma hoy, el 2 de octubre se devolverían 3.111 pesos.

4. Adelantar consumo corriente: con una inflación que los privados calculan en torno al 40% anual para 2014, Litvinoff recomendó adelantar compras de elementos de higiene para la casa, higiene personal y alimentos no perecederos. Esta es una opción ante todo para quienes pueden tener un lugar para almacenar los productos en el hogar. 

Con la devaluación, algunos de los productos que más aumentaron son los que tenían algún componente importado, como era el caso de las latas.
“Los precios siguen subiendo más allá de la recesión, y es común que muchas familias se junten y organicen para hacer grandes compras en supermercados mayoristas, donde los precios son menores”, agregó el economista.
El último informe de consumo que publicó Kantar Worldpanel Argentina evidenció que los canales mayoristas muestran un crecimiento genuino durante el primer semestre, mientras que el híper, autoservicios y almacenes presentan retrocesos. “Los supermercados mayoristas suman 634.000 hogares en todas las regiones y niveles sociales en la primera parte del año, alcanzando a un tercio de los hogares argentinos”, especificó el estudio de la consultora especializada en consumo.
El crecimiento está impulsado por las pastas, tomatados, galletitas, leches líquidas, gaseosas, cervezas y detergentes para ropa.

5. Cocheras por ladrillos: el cepo al dólar, préstamos bancarios con altas tasas y con muchos propietarios que no están dispuestos a vender sus propiedades en pesos son algunos factores que marcaron un parate en el sector inmobiliario. Apostar al ladrillo es una buena inversión, pero en la actualidad es de difícil acceso para los argentinos. Para aquellos que tienen un mayor capital en pesos para invertir, las cocheras se transformaron en una buena opción en los últimos años.

Una cochera puede estar en un promedio de $260.000, y se puede adquirir con una suma inicial de $100.000, mientras que el resto se paga en 18 cuotas ajustables por el costo de la construcción de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). La rentabilidad se ubica entre el 5% y el 7% anual, y posee un alto nivel de capitalización.
“El 40% de las calles en la ciudad de Buenos Aires van a tener parquímetro, y con esa información, muchos salieron a buscar estacionamientos. Las cocheras en pesos se están vendiendo muy bien”, dijo Alberto Súcari, presidente de Ecocheras.
El alquiler promedio de una cochera puede llegar hasta los $2.000 en Belgrano, mientras que en Villa Crespo y Almagro se encuentran en torno a los 1.300 pesos mensuales. “Hoy es el más accesible de todos los inmuebles”, adhirió en diálogo con Infobae.
Con tasas de interés entre el 17% y el 19%, los plazos fijos están lejos de compensar la inflación anual, por lo que el rendimiento que pagan los bancos por las colocaciones en pesos perdió el atractivo para los inversores. Sin embargo, Otálora no los descarta del todo como una de las inversiones tradicionales. “El plazo fijo sirve en el corto plazo, dos o tres meses. Pero lo desestimaría para el largo plazo, porque en el tiempo no te permite mantener el poder adquisitivo”, indicó.
A contramano de lo que hay que hacer, Litvinoff aconsejó apostar a los consumos que permiten pagar en cuotas sin interés, pero sin caer en la trampa del financiamiento vía el pago mínimo que ofrecen las tarjetas de crédito, que puede llevar a una persona a endeudarse mucho más. Según la entidad bancaria, el costo financiero total (CFT) se puede acercar al 90% a 12 meses. Por eso siempre es muy importante mirar la letra chica.
La suba del dólar, tanto en el circuito oficial como en el paralelo, frenó la cantidad de argentinos que viajan al exterior. Pero para aquellos que estén planeando vacaciones fuera del país, la brecha del 70% que se generó entre ambas cotizaciones durante agosto vuelve a poner en el centro de escena el beneficio de anticipar gastos, pues creció las expectativa de devaluación a futuro. Para Otálora, pagar pasajes y hoteles con una buena anticipación es una “buena alternativa”, para luego recuperar el recargo del 35% de la AFIP en enero.


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