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Consejos útiles para inversores que se quieren animar a la Bolsa

Tener una estrategia clara, no abusar con la diversificación,invertir con fundamentos, son algunas de las pautas para ganar en la City.

David Feliba para LA NACION

Ganancias extraordinarias que ha generado el mercado de capitales en los últimos años han llamado la atención de más de un ahorrista en busca de alternativas para hacer rendir su capital. Con retornos en dólares que han liderado por momentos el panorama global, la bolsa de valores local ha remunerado al inversor con atractivos puntos de rendimiento por los riesgos que los activos domésticos acarrean. No obstante, la participación financiera en Argentina es magra y mucho más la educación general al respecto. En un país de riesgo, el conocimiento financiero bien podría hacer la diferencia a la hora de buscar preservar el valor de los ahorros.

Este diario consultó a cinco especialistas para enumerar una serie de consejos, anticonsejos y guía exprés de inversión para el ahorrista que busca tomar contacto con el mercado financiero por primera vez.

Definir objetivos y horizonte temporal: planificar a mediano y largo plazo

Uno de los principales mandamientos a la hora de hacer una primera inversión es diseñar una estrategia adecuada. ¿Para qué quiero los fondos? ¿Cuándo necesitaré disponer de ellos nuevamente? Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, desalienta una inversión bursátil que tenga un plazo inferior a seis meses. “El corto plazo en la bolsa requiere de un timing muy particular. No es para cualquiera. En el caso de las acciones, hay que darle tiempo a la empresa para que se desarrolle. ¿Qué va a hacer en dos meses? ¿Puede subir? Sí, puede, pero si se invirtió de acá al verano con la plata para las vacaciones, tal vez cuando tengas que vender te toque perder. Cuando uno invierte en acciones tiene que entender que estas se componen de volatilidad. Es decir, subas y bajas”.

Ajustar las expectativas: entender los riesgos

“Quiero ganar lo máximo posible sin riesgo”, es un latiguillo frecuente a los oídos del asesor financiero. Percibir al riesgo y al retorno como dos caras de una misma moneda resulta a veces dificultoso para los que aterrizan en el mercado bursátil por vez primera. Definir el perfil de riesgo es el paso número uno en la guía de inversión para el futuro inversor. Al respecto, la Comisión Nacional de Valores (CNV) ofrece en su Web un test de preguntas muy sencillas que permitirán al ahorrista encuadrarse en un perfil determinado. A partir de allí, podrá generar entonces expectativas de retorno más razonables.

“Hacerse rico en la bolsa es, en el fondo, tan difícil como hacerse rico en cualquier negocio. En definitiva, detrás de todo instrumento hay uno”, explica Alejandro Bianchi, gerente de inversiones de Invertir Online.

Una buena idea a la hora de ajustar expectativas razonables es evaluar el retorno promedio que ha rendido cada activo en el largo plazo. Es decir, en los últimos diez o veinte años. Nuevamente, la frase dice: “La historia no se repite, pero sí rima”.

Invertir con fundamentos… ¡y ser fiel a ELLOS!

“En la bolsa, el principal enemigo del inversor no es ni la inflación ni las correcciones de mercado, sino el inversor mismo”, dice Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.net y autor del libro Maten al banquero. Y agrega: “Cuando uno invierte en la bolsa empieza a jugar el tema emocional, ya que es dinero que se pone en riesgo, con la carga emotiva del esfuerzo y del ahorro. Muchos invierten, se asustan, malvenden y nunca más vuelven a invertir. Para poder evitar eso, lo aconsejable es siempre invertir con fundamentos. Es decir, que esté respaldada por alguna de las dos teorías, que son análisis técnico y fundamental”.

Mientras que el análisis fundamental pone el foco en los indicadores de la empresa como la evolución de sus ganancias, sus ventas, los niveles de deuda y demás, la escuela técnica se abstrae del negocio y estudia la historia de cotización de la acción: el famoso gráfico de subas y bajas.

Educarse, educarse y educarse

“Aprender a invertir en bolsa es un lenguaje, como aprender inglés, italiano o cualquier otro idioma”, dice Litvinoff. “Uno se tiene que sentar y dedicarle un par de horas por semana. Ir a charlas, leer revistas, hacer cursos y buscar contenido en la Web. Insistir hasta tomar conocimiento y formar entonces dominio de las emociones y de los fundamentos”, acota.

Ir de a poco, cuidado con las golosinas del mercado

Empezar a operar en el mercado bursátil debería tomarse con mesura. Según recomiendan, lo ideal es comenzar con pequeñas cantidades para extraer conclusiones a partir de las ganancias o pérdidas, pero en términos porcentuales. Una rentabilidad de 10% sobre $ 5000 invertidos hubiera significado también un 10% sobre $ 5 millones. “A veces uno se engolosina en el mercado, invierte un poco, gana plata y como está confiado invierte mucho más y el mercado le da entonces la espalda. ¿Tenés $20.000 para invertir? ¿Por qué no empezás con $5.000 y ves cómo te sentís?”, sugiere Otálora.

El baño de humildad: acudir a un profesional de las finanzas

Largarse solo en el mundo de las inversiones bursátiles puede resultar una aventura riesgosa si no se está preparado. Según Jackie Maubré, de Cohen, un asesor financiero podrá mostrarle al recién arribado cómo es este mundo, cómo funciona, qué alternativas tiene y, sobre todo, ayudarlo a dimensionar su tolerancia al riesgo. “No es un mundo mágico, ni el más famoso de los asesores tiene la bola de cristal. El inversor debe entender que la decisión es suya, y la función del investment advisor será la de guiarlo, transparentar ese mundo y ayudarlo a tomar la mejor decisión”.

A largo plazo, abrazar el interés compuesto

Según Fausto Spotorno, director de Research de Orlando Ferreres & Asociados, en una inversión a horizonte extendido -como el ahorro para la jubilación- los intereses de los intereses pueden convertirse en un stock de riqueza interesante.

El huevo y la canasta: todo al mismo instrumento

La regla más importante: la diversificación. Si pensamos que el sector energético tiene buen futuro, entonces invertir en varias empresas energéticas y no sólo en la que más nos gusta. Sin embargo, Warren Buffett advierte del exceso: “Una excesiva diversificación sólo es necesaria cuando el inversor no entiende lo que está haciendo”.

Así como un portafolio de inversión bursátil debería estar compuesto por varios tipos de instrumentos como bonos y acciones, resulta también aconsejable que la riqueza del individuo esté a su vez diversificada en otros sectores por fuera del mercado financiero, como bien podría ser, por ejemplo, una inversión en bienes raíces. La diversificación sigue siendo la primera regla.

Invertir porque mi amigo dice que va a subir…

“Lo contrario a invertir con fundamentos es invertir porque un conocido dijo que a YPF le va a ir bien o porque vi en la tele un analista que recomendó que Acindar va a ser la acción que más va a subir en el año”, dice Litvinoff. “Puede salir bien, pero cuando el mercado tenga una racha negativa, lo que va a hacer el inversor es revisar esos fundamentos que lo llevaron a comprar. Cómo van a ser pobres, se va asustar y va a vender. Si, en cambio, estos tienen que ver con el análisis del papel, tiene todo un estudio detrás y una planificación de largo plazo, entonces en los momentos de caída se podrá desconectar un poco de la Bolsa. Entonces, desde lejos, podrá mirar cómo se recupera de la misma forma en que cayó…”, completa.

Cariño bursátil: enamorarse de un activo

Según Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados, hay relaciones bursátiles que duran más de lo que debieran: “A veces se invierte en activos financieros que se comportan mejor de lo esperado y alcanzan el precio objetivo mucho antes del horizonte estimado”. En esos casos, salir de la posición y tomar la ganancia puede ser una buena decisión.

El retorno pasado no tiene por qué explicarlos retornos futuros

“Es frecuente que los inversores se acerquen a la bolsa cuando el Merval subió 300%. ¡Eso es un retorno pasado! Ya subió”, dice Bianchi, de Invertir Online, y agrega: “Cuando uno ve la noticia en los diarios, no quiere decir necesariamente que a futuro vaya a subir otro tanto. Hay un dicho en la bolsa que dice: ‘Compre con el rumor, venda con la noticia'”.


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