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Cómo retirarse antes con la regla financiera del 4%.

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

Retirarse “joven y rico” es quizás un deseo de muchos, pero a veces suena a utopía. Sin embargo, es posible hacerlo antes de lo que marca la ley de jubilación, siendo un joven no tan joven y un rico no tan rico.

Para quienes suman muchos años de buenos ingresos y ahorros, la pregunta acerca de cuándo conviene retirarse puede convertirse en una de las más difíciles de responder.

En algunos casos la decisión se toma de manera compulsiva. Razones puede haber muchas: problemas de salud, venta de empresa, nuevas obligaciones familiares, etc.

En otros casos, se acumula tanto dinero que no hace falta pensar demasiado: las preocupaciones económicas desaparecen y la persona va relajando su actividad y anticipando su retiro lenta y plácidamente.

Pero para la mayoría de las personas que sueña con el retiro anticipado, las cosas no resultan tan sencillas y deben enfrentar una encrucijada: si se apuran y se retiran demasiado temprano, corren el riesgo de quedarse sin dinero; mientras que si demoran demasiado la decisión, pueden derrochar los mejores años de su vida trabajando para reunir un capital que no van a poder disfrutar a pleno.

¿Cómo adquirir entonces el timming para retirarse en el momento justo?

Teoría de los “Tres Tanques”: Energía, Dinero y Tiempo

Podemos pensar la relación entre energía, dinero y tiempo como la de tres tanques que se van llenando o vaciando de manera independiente y por distintos motivos.

La mayoría de la gente inicia su proyecto de vida adulta con el tanque de tiempo casi lleno y disponible para destinarlo tanto al trabajo como al estudio. Algo semejante ocurre con el de energía, que funciona al 100%. En la otra vereda, el tanque de dinero suele estar casi vacío.

Luego, al llegar a los 40, podemos ver la aguja de nuestro tanque de energía en tres cuartos, mientras que el de dinero contiene una buena cantidad de líquido, aunque aún le falte para llenarse. El del tiempo, en cambio, se encuentra casi vacío, puesto que destinamos la mayoría de las horas más productivas del día a la obtención de recursos financieros para un retiro calmo.

Por último, durante la vejez, los tanques de tiempo y dinero pueden estar llenos (uno aparece libre de horarios y el otro, rebosante de billetes), pero el tanque de energía ya casi no responde.

La clave reside en llenar a la vez los tanques de tiempo y dinero entre los 30 y los 45 años, cuando aún queda bastante energía por gastar. En busca de esa meta, repasemos algunos conocimientos del mundo de las Finanzas Personales:

1) Un solo tanque es lo que quieren otros, no lo que quiero yo. Debemos cuestionar ese principio de nuestro imaginario social que considera a las personas “muy ocupadas” como “muy importantes”. Desafiemos el éxito basado en el sacrificio, tan arraigado en nuestra moral del trabajo.

Ser rico y exitoso en nuestra sociedad implica tener lleno el tanque de dinero y vacío el de tiempo, destinando toda la energía a la acumulación de capital y no al goce de la vida. Desde mi perspectiva, la riqueza y el éxito pasan por tener los tres tanques funcionando por encima del 50% de su capacidad.

De igual manera, cometemos un error cuando pensamos en la pobreza como una mera limitación económica. Podemos ser “pobres de tiempo” y acumular deudas sociales que se vuelven nocivas tanto para nosotros como para nuestro entorno. No prestamos atención a la importancia de las relaciones sociales en nuestras vidas y ponemos a las necesidades del futuro por encima del presente, con lo que ese futuro quizá nunca llegue como lo proyectamos.

2) Los tanques son independientes. Desde niños, nos quieren hacer creer que tiempo y dinero dependen el uno del otro. Sin embargo, la realidad muestra lo contrario: sobran personas que emplean su tiempo en actividades lúdicas o no lucrativas mientras ganan dinero gracias a labores que realizaron en el pasado o una sola vez, conocidas como VAI (Vehículos Automatizados de Ingresos)

La relación entre tiempo y dinero o ingresos es algo que más temprano que tarde la escuela y la universidad deberán abordar, puesto que la robotización y la automatización de las industrias están generando un número creciente de personas desempleadas sin posibilidades de reinserción laboral pero con la necesidad de seguir participando del consumo para vivir y para sostener la actividad económica.

De hecho, en países superdesarrollados como Finlandia el tema ya está siendo analizado con experimentos sociales innovadores.

Ojalá en el colegio nos enseñaran a defender nuestras ideas y no las calificaciones. Así quizá de adultos sabríamos como trabajar por nuestros sueños y no por un salario.

La regla financiera del 4%

Existe una regla matemática que puede actuar como un GPS para saber cuándo el retiro deja de ser un sueño y comienza a ser posible. Adivinaron: se llama la regla financiera del 4%.

Si cuentan con un portafolio de inversión diversificado (plazos fijos, bonos, acciones, LEBACs, etc..) y pueden vivir de las rentas más una porción del capital ahorrado no superior al 4% del total, entonces es momento de pensar seriamente en “colgar los botines”.

Esto puede ser visto como una novedad en el sentido de que si los ingresos pasivos que generan esas inversiones no alcanzan para vivir (lo cuál obviamente sería el escenario ideal) puedo incluso ir retirando dinero del capital principal, siempre y cuando ese retiro no exceda el 4% del total cada año.

Dicho de otra manera: el total de lo ahorrado tiene que ser de al menos 25 veces el dinero anual necesario para cubrir nuestros gastos anuales.

Por otra parte, los cálculos pueden fallar y siempre hay lugar para gastos imprevistos que rompen la regla del 4% anual. Además, las inversiones no siempre rinden lo mismo, por lo que habrá que ir acomodando los gustos a los nuevos escenarios y, en los años buenos, intentar cumplir, por ejemplo, una regla del 3% que permita extender la vida útil del capital ahorrado e invertido.

No obstante, la regla sirve de guía y permite gozar anticipadamente del tiempo libre que por ley solo se nos ofrece durante la vejez.

Conclusión

Sabemos que para muchas personas la prioridad hoy no pasa por retirarse anticipadamente sino por obtener un ingreso que posibilite una vida digna. Sin embargo, no se debe renunciar a los sueños y mucho menos si existe la posibilidad real de concretarlos.

La obsesión por acumular dinero muchas veces nos tapa el bosque de la libertad y nos lleva a trabajar 40 horas por semana o más, cuando en realidad seríamos más felices si resignáramos dinero y comenzáramos a satisfacer deseos postergados.

Anímense a tomar la calculadora o confeccionar una planilla de Excel con sus ahorros, la renta posible y los gastos proyectados. Será el primer paso para comenzar a transformar sus vidas antes de que quede poco líquido en el tanque de la energía.


¿Quiere que el dinero se transforme en una fuente de satisfacción en vez de una fuente de preocupación en su vida?

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