Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
- “¿Seguís bancando al Bitcoin, Nicolás?” -me preguntaron socarronamente en una reunión social días atrás, después de un 2022 muy negativo para la más popular de las criptomonedas, que cayó 65%.
- “Si lo defendía cuando valía 80 dólares, ¿cómo no lo voy a defender ahora que, después de esta caída, vale cerca de 21 mil?” –respondí, aunque mientras lo decía comprendía que los argumentos basados en el precio, por más realistas que sean, no tienen demasiado sustento.
A partir de esa conversación, pensé en escribir la columna de hoy con 3 razones en las que me baso para seguir defendiendo al Bitcoin de sus detractores. Se apoyan en 3 pilares: Tecnología, Industria y Ciclos de Precios.
Comencemos:
- Tecnología
El Bitcoin (BTC) y la Blockchain representan hoy en día la manera más eficiente para transferir, custodiar e invertir activos de manera digital. Cuando hablamos de eficiencia nos referimos a costo, velocidad y seguridad.
Veamos ítem por ítem:
- i) Transferencias:
Cualquier persona que haya tenido que transferir dinero desde la Argentina a otro país (o viceversa) sabe muy bien lo tedioso y caro que puede resultar. Regulaciones, bancos que no tienen aceitada la operatoria internacional, demoras de hasta una semana, pesificación de dólares a tipo de cambio oficial y costos que pueden llegar a ser calculados como un porcentaje del total transferido son solo algunas de las trabas que podemos mencionar.
Las transferencias de criptoactivos (stablecoins, por ejemplo, que siguen el precio de monedas duras como el dólar y no sufren variaciones) son, por el contrario, baratas (cuestan centavos de dólar), rápidas (demoran entre 5 y 10 minutos) y, puesto que no interviene ningún organismo financiero ni estatal (son los mismos usuarios quienes las validan mediante un sistema descentralizado de incentivos), no existen una burocracia irracional ni regulaciones tediosas.
- ii) Custodia:
Este es uno de los temas que más confunde a quienes hablan sin mayores conocimientos. Debido a la quiebra del exchange centralizado FTX, se puede pensar erróneamente que la custodia de criptoactivos es riesgosa, cuando justamente el Bitcoin fue inventado para terminar con las estafas centralizadas. Cuando un inversor tiene sus criptomonedas en un exchange, lo que está haciendo es caer en el vicio de tercerizar la custodia y renunciar a la autocustodia que aquí recomendamos y que es uno de los atributos más importantes de esta nueva tecnología.
La realidad es que, tomando recaudos adecuados como los que aprendimos en esta columna el mes pasado, no existe metodología más segura que la autocustodia en monederos físicos (hardware wallets), donde el poseedor de la llave privada (lista de 12 o 24 palabras generada por la misma wallet) es el único que tiene acceso a las tenencias en criptos.
iii) Inversiones:
También aquí la caída de Celsius (plataforma centralizada de préstamos e inversiones en criptomonedas) genera confusiones sobre la seguridad de la inversión de criptomonedas a tasa. La realidad es que el mundo de las DeFi (Finanzas Descentralizadas) presenta actualmente el mecanismo más transparente y seguro para invertir en los protocolos de las blockchains más populares, como Ethereum o BSC.
Esto es así porque hoy en día se puede invertir a través de contratos inteligentes de protocolos de estas blockchains. Son contratos que se encuentran auditados por consultoras de programación que certifican que no haya bugs (errores) que posibiliten hackeos. Al mismo tiempo, las reservas que poseen se van actualizando en tiempo real, así como también el total de dinero invertido en cada uno de ellos (Total Value Look o TVL).
Si bien actualmente los rendimientos promedio (APY o Porcentaje de Rendimiento Anual, en inglés) en estos momentos son bajos por encontrarnos en un mercado justamente bajista, se espera que aumenten considerablemente cuando las cotizaciones cripto inicien la próxima fase alcista.
- Industria
Detrás del Bitcoin hay una pujante industria de blockchains y criptoactivos que, lejos de detenerse en momentos de caídas de precio, sigue creciendo de manera admirable. Según CoinMarketCap, el valor de mercado de los más de 20 mil criptoactivos existentes asciende a 850 mil millones de dólares. Del total, 330 mil millones pertenecen a Bitcoin y 162 mil millones a Ethereum, sus dos máximos exponentes.
Más allá de los números, cada vez son más las empresas de las finanzas tradicionales que comienzan a interactuar con los emprendimientos cripto, como el unicornio argentino Ualá, que permite desde hace muy poco a sus usuarios comprar Bitcoin y Ethereum desde su plataforma.
El presente habla de un desarrollo constante, pero lo que realmente genera atracción en la industria de la Blockchain es su potencial: NFTs, Metaverso, Web3 e IA (Inteligencia Artificial) son solo algunas de las áreas donde se cree que los criptoactivos jugarán un rol protagónico en los próximos años.
Distintas métricas como cantidad de usuarios, programadores activos mensuales y volumen de transacciones, entre otras, confirman que la industria avanza a paso firme independientemente de las variaciones de precios en el mercado.
- Ciclo de Precios
Desde su creación en 2009, el precio del Bitcoin suele moverse de manera muy violenta, pero siempre (al menos hasta ahora) en ciclos claramente identificables. Dentro de esos ciclos, existen dos muy importantes que auguran un 2023 positivo para las criptomonedas:
- i) Pre y Post halving
El halving es un evento programado para que suceda cada 4 años y que disminuye a la mitad la emisión diaria de bitcoins. Hasta hoy se han producido 3 halvings: el de 2012, el de 2016 y el de 2020. Todos comparten, además de la reducción del 50% en la emisión diaria de BTC, una particularidad: el piso en el precio suele observarse entre 9 y 14 meses antes de la fecha del halving, mientras que el pico tiene lugar aproximadamente 15 meses después.
Sabiendo el próximo halving ocurrirá entre marzo y abril de 2024 (los halvings no tienen una fecha exacta, sino que se efectúan cuando se llega a un determinado número de bloques minados), es posible que el piso de precio del Bitcoin se haya registrado en noviembre de 2022, cuando tocó los 15.600 dólares, por lo que podríamos estar en los comienzos de un nuevo ciclo alcista que se extendería, por lo menos, hasta principios de 2025.
- ii) Velas japonesas anuales
Las velas japonesas son una herramienta de medición que los analistas financieros utilizan para realizar gráficos de análisis técnico de activos como las acciones y las criptomonedas, que cuentan con una cotización y con un volumen de operaciones diario, semanal y mensual.
Las velas anuales son verdes cuando el precio del activo al cierre del año es superior a su precio a comienzos del ese año. Por el contrario, son rojas si el balance anual es negativo.
El patrón que se repite en el BTC en este campo es el de tres velas verdes (tres años con aumento de precios) y una vela roja (un año de caída).
¿De qué color fue la vela de 2022? Roja, por no decir roja fuego. Por lo tanto, de repetirse los ciclos previos, en 2023, 2024 y 2025 deberíamos ver una tendencia alcista en el precio para la criptomoneda.
Conclusión
¿Qué falta entonces para que el precio del BTC explote al alza? Una regulación benigna, la aprobación por parte de la SEC de un ETF de Bitcoin spot, una nueva innovación tecnológica que pueda embeber a la Blockchain de manera tal que los usuarios la utilicen sin siquiera saber que lo están haciendo o que los bancos centrales comiencen a incorporar al BTC en sus reservas, entre otros catalizadores de peso que podemos mencionar.
Por supuesto, como decía el ilusionista Tusam, la apuesta puede fallar. Y es que si bien el Bitcoin tiene su propia dinámica, en un mundo tan globalizado sería necio pensar que una potencial caída de la Bolsa de EEUU como la que venimos repasando en este espacio no lo afectaría.
Sin embargo, basándonos en los datos actuales, los argumentos para defender al Bitcoin de cara a lo que viene están ahí y tienen su consistencia.
A no olvidarse: estamos hablando de una nueva tecnología y, por lo tanto, la volatilidad y los riesgos están a la orden del día. Es necesario tenerlos en cuenta y operar diversificando las inversiones y no destinándoles más dinero del que se está dispuesto a perder. Sobre todo, es fundamental nunca apalancarse (tomar deuda) para invertir en uno o más activos.
Hacia fin de año veremos si el análisis realizado fue correcto o simplemente una expresión de deseo. Nos vemos la semana que viene con más información y análisis para mejorar tus finanzas personales.
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