A medida que cae el índice inflacionario es necesario rever la forma en que ahorramos o hacemos pagos: ¿efectivo con descuento o cuotas sin interés? ¿billeteras virtuales o plazos fijos?
Especial de Nicolás Litvinoff para Diario La Nación
Que las condiciones económicas en Argentina son cambiantes no es ninguna novedad. De una inflación del 25,5% en enero y pronósticos de hiperflación inminente, pasamos al 4,25% de mayo y proyecciones de baja para lo que resta del año. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, las proyecciones de inflación en Argentina para el 2024 han sido ajustadas a la baja. Los analistas del sector privado ahora esperan una inflación acumulada del 161,3%, una notable reducción en comparación con las expectativas previas de casi 190%. Este cambio se refleja en un sendero de desinflación que prevé aumentos mensuales inferiores al 5% para lo que resta del año.
En el ciudadano de a pie, esta modificación abrupta genera la necesidad de cambiar rápidamente el chip, para no quedar enganchado en prácticas financieras que se encuentran desactualizadas y que pueden, por ende, perjudicar sus finanzas personales.
Para ello, en la columna de hoy, desarrollaremos propuestas para este aggiornamento necesario, tanto en el plano del gasto como en el de las inversiones. Vamos a revisar las estrategias que te permitirán optimizar tu dinero en este nuevo contexto.
¡Manos a la obra!
Cómo cambiar el chip en tus gastos
En Argentina, estamos acostumbrados a lidiar con una inflación descontrolada, donde cada gasto parecía urgente y necesario. Sin embargo, con la reciente baja de la inflación, es vital cambiar el chip en nuestros hábitos de consumo, ya que seguir gastando como si la inflación estuviera por las nubes puede significar perder oportunidades de ahorro y tomar decisiones innecesariamente costosas. Veamos algunos ejemplos:
¿Descuento en efectivo o 3 cuotas sin interés?:
En tiempos de alta inflación, comprar en cuotas era una estrategia común para intentar con ello que la deuda se licue en el tiempo. Sin embargo, con el cambio de contexto inflacionario, esta táctica necesita ser revisada. Ahora, puede resultar más conveniente aprovechar descuentos superiores al 10% por pago en efectivo o en una sola cuota, en lugar de optar por 2 o 3 cuotas sin interés. Esto se debe a que el beneficio inmediato del descuento puede superar el pequeño ahorro que representaría la inflación sobre las cuotas a corto plazo.
Además, cuando se ofrecen planes de 6 o más cuotas sin interés, es esencial investigar previamente cuánto costaría el mismo producto pagándolo en efectivo en otro comercio. En muchos casos, puede haber un interés oculto camuflado en el precio total del producto cuando se financia a largo plazo. Comparar precios y condiciones de pago puede ayudarte a evitar sorpresas y a aprovechar verdaderas ofertas.
Pago mínimo del resumen de la tarjeta:
Aunque realizar el pago mínimo del resumen de la tarjeta de crédito nunca es una buena práctica, en el contexto actual de tasas en descenso, es aún menos recomendable. Esto se debe a que los bancos aún no han reducido significativamente las tasas de financiación que cobran a sus clientes. Como resultado, el costo financiero de optar por el pago mínimo sigue siendo alto y puede afectar gravemente tus finanzas personales. En lugar de acumular deuda a tasas elevadas, es preferible ajustar el presupuesto para poder cubrir el total del resumen mensual o, al menos, pagar una suma considerablemente superior al mínimo.
Adelanto de consumo corriente:
Con una inflación en descenso, la estrategia de stockearse con alimentos no perecederos, artículos de higiene personal y productos para el hogar pierde su atractivo. Antes, esta práctica tenía sentido para adelantarse a futuros aumentos de precios, pero ahora, muchos precios en estos rubros se mantienen estables o incluso disminuyen debido a ofertas agresivas de los grandes supermercados que buscan evitar la acumulación de inventarios ante la caída de la demanda. Por lo tanto, seguir stockeando productos como si la inflación fuera a seguir subiendo puede resultar contraproducente.
Como se ve, seguir comprando y gastando en base a un chip desactualizado puede ser nocivo para tu presupuesto mensual. Evaluar opciones, comparar precios y evitar endeudamientos innecesarios son pasos esenciales para mantener tus finanzas saludables en este nuevo escenario.
Cómo cambiar el chip en tus inversiones
En lo que va de 2024, las tasas de interés de los plazos fijos han experimentado una significativa caída. A comienzos del año, estas tasas se encontraban en niveles elevados, reflejando la alta inflación del momento. Sin embargo, con la desaceleración de la inflación, las tasas ofrecidas por los plazos fijos han ido ajustándose a la baja, obligando a los inversores a repensar sus estrategias y buscar alternativas más rentables.
Billeteras virtuales:
Las billeteras virtuales, que solían ofrecer tasas atractivas por el saldo en pesos, han visto una disminución significativa en sus rendimientos. Actualmente, las tasas que estas wallets ofrecen están por debajo de la inflación proyectada, lo que significa que mantener dinero en estas billeteras puede resultar en una pérdida de poder adquisitivo. Es fundamental no quedarse con la TNA (Tasa Nominal Anual) que nos muestran las mismas, ya que refleja el rendimiento pasado y no el esperado.
En lugar de dejar el dinero en estas billeteras, puede ser más conveniente aprovechar descuentos por pago en efectivo o en una sola cuota para los gastos corrientes, como mencionamos en la sección anterior. Para el dinero excedente, es necesario buscar alternativas con tasas más altas para proteger y aumentar el poder adquisitivo.
Plazo fijo que ajusta por UVA:
El plazo fijo ajustado por UVA, que requiere una inmovilización del capital por un período de 6 meses, ha perdido atractivo en este contexto de inflación a la baja. Aunque en su momento era una opción viable para protegerse contra la inflación, ahora los inversores deben considerar otras alternativas. Instrumentos de renta fija como obligaciones negociables y cauciones bursátiles en el mercado de capitales local pueden ofrecer tasas de rentabilidad reales positivas y resultar más convenientes.
Dólar.
El dólar estadounidense ha recuperado su atractivo tanto por su contexto internacional como por la historia financiera local. Internacionalmente, el dólar se ha apreciado frente a otras monedas debido a la resistencia de la Reserva Federal de EE.UU. a bajar las tasas de interés, mientras que otras economías ya lo han hecho. A nivel local, el dólar siempre ha sido un refugio seguro contra la inflación a largo plazo.
En los últimos 45 días, esta tendencia se ha reflejado en la apreciación del dólar frente al peso argentino, lo que indica que los ahorristas vuelven a verlo como una opción viable para proteger sus ahorros.
Conclusión
En este nuevo escenario de inflación a la baja, es crucial cambiar nuestro enfoque tanto en gastos como en inversiones para mantener la solidez financiera. La clave está en ser flexibles y adaptarnos rápidamente a las nuevas condiciones económicas.
En definitiva, el mensaje es claro: adaptarse o perecer, financieramente hablando. Mantener prácticas desactualizadas puede perjudicar tus finanzas personales, por lo que es esencial revisar y ajustar tus estrategias de gasto e inversión acorde al nuevo contexto económico.
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